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Foto de Hart en la Historia.Correo desde la Isla de la Dignidad.VI Nacimiento del combatiente clandestino: “Jacinto”, “Rogelio”, “Darío” y “el Maestro Alfredo” en 1956

Hart en la Historia.Correo desde la Isla de la Dignidad.VI Nacimiento del combatiente clandestino: “Jacinto”, “Rogelio”, “Darío” y “el Maestro Alfredo” en 1956

8/6/2020
Por: Eloisa M. Carreras Varona , Biblioteca Nacional José Martí


Hart en la Historia.Correo desde la Isla de la Dignidad.VI Nacimiento del combatiente clandestino:
“Jacinto”, “Rogelio”, “Darío” y “el Maestro Alfredo” en 1956

En el recuerdo de Armando todo el año 1956 fue de un vertiginoso ascenso revolucionario; pero en la medida que el trabajo conspirativo se intensificaba, el riesgo de una detención aumentaba para cada uno de los combatientes. La exigencia que se debían imponer para lograr salvar la vida, era la máxima discreción y mantenerse lejos de sus hogares. Por eso, no solo él, sino todos sus compañeros de lucha e ideales, desde enero de 1956 fueron pasando por completo a la clandestinidad. A consecuencia de todo el tiempo que tuvo que vivir y trabajar en estas dramáticas condiciones, se vio obligado a utilizar distintos alias, por eso a lo largo de estos años fue indistintamente “Jacinto”, “Rogelio”, “Darío” y el “maestro Alfredo”.
El 18 de febrero, despidió a Faustino Pérez que partió por unos días a México a encontrarse con Fidel y recibir orientaciones para el trabajo de la organización.
En el mes de abril, en solidaridad con los protagonistas de la Conspiración de los Puros, escribió la proclama “El 4 de abril Día de Confraternidad Nacional”, manuscrito en el que, a nombre del Movimiento de Resistencia Cívica, convocó a la ciudadanía a promulgar la efeméride como el Día de la Confraternidad Nacional.
Para el mes de mayo, su labor en el frente de propaganda se multiplicó y era febril su constante actividad. Escribió el editorial del primer número del periódico Aldabonazo,1 el órgano de propaganda clandestino creado y puesto en circulación por el Movimiento. Igualmente, a nombre del M-26-7, emitió una declaración sobre la Conspiración Trujillista, que la revista Bohemia publicó el 25 de marzo de 1956.
El 26 de junio, conoció por medio de la prensa del arresto de Fidel y de varios de sus compañeros por la Policía Federal Mexicana que había sido influida por Batista. De inmediato se opuso a esta arbitraria detención y, asimismo, en representación de la dirección del Movimiento dirigió una carta de protesta a Adolfo Ruiz Cortines, entonces presidente de ese país, con relación a estos lamentables sucesos. En la misiva le afirmó que, aunque por razones obvias no podía escribirle por los conductos diplomáticos establecidos, era de suma importancia que la opinión pública mexicana e internacional conociera que Fidel y los jóvenes detenidos junto a él en las cárceles de su país, no eran una banda de sediciosos; por el contrario ― Armando precisaba en su texto― “se trata de quienes representan los más altos valores de la juventud cubana y del líder del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, figura nacional de amplia y reconocida popularidad, verdaderos patriotas cubanos dispuestos por completo al servicio de la libertad de su patria”.
Como parte de la Dirección Nacional tenía la misión de recorrer periódicamente todo el territorio nacional. En esas visitas organizaba células, desarrollaba labores de
1 Aldabonazo, fue una publicación periódica clandestina del Movimiento 26 de Julio, en la que se divulgaban las informaciones e indicaciones de la dirección y el programa de la lucha revolucionaria.
propaganda, actualizaba las finanzas y establecía contactos para estructurar los grupos de acción.
En su opinión, ya para 1956 la organización del Movimiento había avanzado a lo largo de toda la geografía cubana a tal punto que, en las semanas anteriores al desembarco del yate “Granma” buena parte de los municipios y localidades de todo el país contaban con representantes de la organización, que tenían sus células clandestinas bien establecidas. Hart trabajó en todos estos frentes prácticamente en todas las provincias de nuestra patria. La existencia de esa sólida estructura a lo largo y ancho de todo el país, fue un elemento que luego alcanzaría gran importancia cuando en 1957 y 1958, las acciones de sabotaje sumadas al trabajo de resistencia y apoyo a la guerrilla, se convirtieron en la principal tarea del Movimiento 26 de Julio en el Llano.
El 14 de noviembre de 1956, llegó con Haydée a la ciudad de Santiago de Cuba, a fin de incorporarse a las acciones que tendrían lugar allí para apoyar la llegada a nuestras costas del yate “Granma”, convirtiéndose en uno de los protagonistas del Alzamiento del 30 de Noviembre. Primeramente, se dirigieron al domicilio de Cayita Araújo y luego se alojaron en una casa de huéspedes en la calle San Agustín.
En ese mismo mes, pero un poco antes del levantamiento armado, escribió el documento “Justificación de la Revolución y estrategia frente a la dictadura”, que fue divulgado de inmediato en los órganos clandestinos del Movimiento y tras el triunfo revolucionario, fue publicado en el semanario Lunes de Revolución. Ese texto suyo, resulta esencial para comprender las razones por las que el Movimiento 26 de Julio puso todo su empeño en profundizar y radicalizar la lucha insurreccional contra la dictadura.
El 27 de noviembre, Frank les trajo el mensaje de Fidel de que la expedición había salido para Cuba. Armando recuerda que Frank daba saltos de alegría por la noticia. En aquellos días, el hogar de la familia de Vilma, ubicado en la calle San Jerónimo 463 en Santiago de Cuba, se convirtió en el centro conspirativo y sede de la dirección del Movimiento. El día 28 junto a Frank redactó una alocución para llamar al pueblo a la huelga general, la grabaron y la entregaron al dueño de una emisora, al que se le encomendó su transmisión, pero este último no la dio a conocer. Para la noche del 29 de noviembre, en vísperas del alzamiento, durmieron en una vivienda de la calle Punta Gorda, uno de los lugares donde se habían concentrado parte de los grupos armados; allí estaban Armando y Haydée con Vilma, Frank, Asela y otros compañeros.
El día 30, antes de las siete de la mañana, salieron hacia el inmueble situado en la esquina de Santa Lucía y San Félix, que devino cuartel general y sede del Estado Mayor del Movimiento en aquellos convulsos momentos. Hart destacó con mucho orgullo en su Aldabonazo, que ese día los intrépidos combatientes vistieron por primera vez el uniforme verde olivo y también subrayó con orgullo que en la dirección del alzamiento participaron cinco gloriosas mujeres: María Antonia Figueroa, Gloria Cuadras, Vilma Espín, Asela de los Santos y Haydée Santamaría.
Pero al mediodía de ese mismo día, ya sabían del fracaso de la operación y que habían caído en el intento insurreccional Pepito Tey, Tony Alomá y Otto Parellada; reinaba la incertidumbre entre ellos, pues no tenían noticias del desembarco de Fidel. Luego de discutir sobre lo que era más aconsejable en aquellos complicados momentos, acordaron dispersarse por la ciudad. Vilma, Haydée y Armando fueron los últimos en dejar el refugio para dirigirse a la casa de la primera, lugar donde se mantuvo la jefatura del Movimiento en los meses siguientes. Pese a la difícil situación, Armando y varios de
sus compañeros rindieron honores militares a cada uno de los caídos en las heroicas acciones de apoyo al desembarco y el 1ro. de diciembre, estuvo también en el velorio de Pepito Tey, que fue tendido en la funeraria de San Bartolomé.
Hasta el 24 de diciembre, estuvieron sin noticias de Fidel, solo conocían algunos barruntos de lo que podía haber sucedido; pero ese día Cayita Araújo los llamó por teléfono y les dijo la clave convenida: “María, ven a comer merengue”, que era el aviso de alerta sobre la información del desembarco. El júbilo fue inmenso, ahora estaban seguros del triunfo, porque Fidel estaba vivo. En unión de Frank, Faustino, Celia, Haydée, Vilma y otros compañeros, acometieron la reestructuración del Movimiento en todo el país, con énfasis en Santa Clara y La Habana.
Al repasar los intensos acontecimientos vividos hasta ese momento, expresó en su Aldabonazo:
“Si tras el Moncada, Fidel se convirtió en el líder indiscutible de la juventud cubana, luego del 30 de noviembre y el 2 de diciembre de 1956, el Movimiento 26 de Julio pasó a ser el centro político principal de la oposición a Batista. En la zona oriental del país, en cierta forma, lo era incluso antes, sólo que ahora podían promover y materializar una acción popular en gran escala. En la región oriental, la unidad de las fuerzas revolucionarias se desempeñaba con autoridad indiscutible, bajo la dirección de Fidel y con la jefatura inmediata de Frank en el Llano. Oriente asumió, a fines de 1956 y a principios de 1957, una autoridad política nacional, que la convirtió en la capital de la Revolución”.

 
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Foto de Carta de Vilma Carta de Vilma
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