Homenaje a Zoila Lapique en el 90 Aniversario de su nacimiento .Los Ingenios: colección de vistas de los principales ingenios de azúcar de la Isla de Cuba. Tercer volumen de la Colección de Libros Raros y Valiosos de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí.

27/6/2020
Por: Olga Vega García, Biblioteca Nacional José Martí

La investigadora y profesora cubana  Zoila Lapique Becali,  Premio Nacional de Ciencias Sociales, (La Habana, 27 de junio de 1930), en la presentación del tercer volumen de la Colección de Libros Raros y Valiosos de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí Los Ingenios: colección de vistas de los principales ingenios de azúcar de la Isla de Cuba afirmo que esa obra fue sin duda, “el más valioso aporte bibliográfico y artístico que salió de las prensas cubanas en el siglo XIX”.

La realización de ese nuevo “tesoro” constituyó para la BNCJM entre los años 2009 Y 2010 un verdadero reto por tratarse de libro muy especial, altamente cotizado en el mercado internacional del comercio de anticuarios o en los acervos de importantes bibliotecas por su escasez y grado de completamiento, lo que motivó la imperiosa necesidad de trabajar a partir de los tres ejemplares disponibles en la BNCJM llegándose a conclusiones de utilidad práctica para futuros empeños similares.

Los Ingenios fue originalmente una verdadera edición de lujo como se indica en su subtítulo, preparada entre 1855 y 1857 y conformada por 36 hojas de material ilustrativo que se desglosa en 20 grabados de exteriores, 8 de interiores (casas de calderas) y 8 planos. 

Su valor como fuente de información y tesoro bibliográfico de carácter excepcional se avala por dos aspectos fundamentales, según acotaba la Dra. Lapique: constituye una obligada obra de consulta para la historia de la industria azucarera cubana y es un verdadero libro de arte en todo sentido dada su colección de litografías iluminadas a mano o en blanco y negro, que son las más hermosas y detalladas realizadas en el país.

“Es imprescindible a la hora de estudiar el estado de la industria a mediados del siglo XIX, muy especialmente sobre los ingenios de mayor importancia en la isla –los colosos azucareros de la época–con sus respectivas descripciones técnicas, cifras estadísticas de producción y mano de obra”.

El autor de la parte descriptiva de los ingenios y su estudio técnico-económico, Justo Germán Cantero y Ardenson, gentilhombre de Cámara de S.M. y Alférez Real de Trinidad fue un hacendado interesado en diversos temas, especialmente en los económicos. Mantuvo estrechos contactos con el autor de las litografías el francés Eduardo Laplante y Borcou hacia 1849, a partir de la llegada de éste a la Isla como viajante y vendedor de la casa Derosne et Cail, de París, dedicada a la fabricación de maquinarias para la industria azucarera.

En la introducción Cantero precisa “La casualidad de estar viajando por la Isla Mr. Eduardo Laplante me proporcionó la adquisición de su amistad, y persuadido de su decidida afición al noble y bello arte de la pintura, me alborocé de hallarlo en mi camino y proponerle que tomase las vistas de mis ingenios, lo que aceptó con agrado. Al ver la facilidad, gusto y exactitud del dibujo y sus no comunes conocimientos generales de nuestra agricultura, hablamos de lo conveniente que sería una obra donde figurasen las fincas principales de Cuba”.

A partir de entonces el dibujante y litógrafo Eduardo Laplante y el impresor inicial de la obra, Louis Marquier, se dirigieron, como editores, a la Real Junta de Fomento expresando: “Vamos a comenzar la publicación de una obra, si no perfecta y acabada, la primera que en su clase haya salido a la luz de las prensas cubanas”.

“Para que la obra sea digna del objeto a que se consagra, no hemos perdonado ni perdonaremos gastos ni esfuerzos de ninguna especie. Ajustada exactitud, redacción correcta, tipografía, láminas y papel de lujo, limpieza, claridad y esmero en todo, serán los datos que la constituyen”…

“No todos los ingenios de la Isla, pueden figurar en nuestro libro. Aquellos más notables por la grande escala de sus productos, aquellos donde se hallen establecidas algunas mejoras o reformas de reconocida utilidad, y los que por sus circunstancias particulares arrojen alguna luz en la esfera de la elaboración y el cultivo, o den alguna idea útil para su historia, serán los que tengan lugar en nuestras páginas”…

Las ilustraciones ponen de manifiesto la belleza del entorno natural del Valle de los Ingenios, actualmente considerado como Patrimonio de la Humanidad, destacándose al fondo los complejos azucareros que se radicaban en él. Ejemplo de ello es el famoso grabado del Valle de la Magdalena.

El taller litográfico donde se realizó la impresión de las hermosas vistas era del litógrafo francés Luis Marquier, estaba situado en la Calle de la Obrapía no. 121½ entre las de Merced y Oficios. En su tirada participó el hermano de Marquier, Ulises, y, en particular, el litógrafo cubano de origen francés Santiago Martin y Martin (1815-1895), en un inicio artesano y convertido posteriormente en dueño del taller de Marquier.

A partir de su portada se insertaba la dedicatoria a la Real Junta de Fomento. Aunque en 1857 finaliza la publicación de la obra con el ensayo introductorio de Justo Germán Cantero, que al encuadernar el volumen se colocaba  a continuación de la anterior. Por lo general todos los ejemplares comenzaban con la Vista general de los Almacenes de Regla y parte de la Bahía, que inició la primera entrega y en el que se muestra la nave de los almacenes de Regla, entre 1843 y 1844

La última de las separatas iba acompañada de una hermosa portada litografiada para facilitar la encuadernación, en forma de álbum, de las vistas con los exteriores e interiores de los ingenios. Los volúmenes disponibles conservan en dos de los casos la encuadernación de época, una en tono verde y la otra en color vino.

Los ingenios es un libro de mucho cuerpo y gran formato, que mide por su cubierta 51 centímetros de largo, y en su interior, la caja tipográfica tiene 32,5 centímetros y está enmarcada con una sencilla orla dorada. Su tipografía se realizó en la imprenta La Cubana, sita en la calle de los Mercaderes no. 8. El papel utilizado para la impresión de las vistas y los textos es de igual calidad, lo que ha contribuido a un buen estado de conservación de las hojas.

Con el concurso de todo un laborioso equipo compuesto por personal de la biblioteca y de otras instituciones que interactuaron con ella se pudo sacar a la luz ese precioso facsímil ya agotado como los originales, pero disponible en las más importantes instituciones bibliotecarias del país y algunas del extranjero,  como una vía para divulgar los más relevantes tesoros bibliográficos cubanos. Aunque en este caso la presencia de Zoila con su vasto conocimiento del tema resulto insustituible. 

Gracias de nuevo Zoila por esa contribución a la BNCJM y al país por tan precioso ejemplar.