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Foto de Concurso Leer a Martí 2000. Los adolescentes nos sorprenden.

Concurso Leer a Martí 2000. Los adolescentes nos sorprenden.

15/10/2020
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Hoy creo les gustará leer esta carta tan sentida y profunda, es de una joven de 11no grado, con solo 16 años y que fue ganadora en el 2000 del Concurso Leer a Martí, ella es de Cienfuegos y estaba en el IPVCE Carlos Roloff.

Cartas de Martí a Doña Leonor

Martha Mayra Rodríguez Gómez

Cienfuegos, 23 de septiembre del 2000

        Señora Leonor Pérez:

¿Qué sabe de su Martí? ¿Desde cuándo no le hablan de todos los frutos que ha dado ese árbol de fuertes raíces sembradas por su hijo y por usted? Muchos conocen sobre la poesía del Apóstol, ¿acaso sabrán los que saben de las cartas que le escribió? 

Me hace feliz escribirle, sé que usted sentirá semejante placer, sé que a cada persona que lea esto, le gustará. Falta aún mucho por saber de ese amigo fiel, apasionado y constante, del afecto de los que lo rodean. Nunca estará de más penetrar en la visión humana de ese ´´hombre de La Edad de Oro´´

Ha de recordar la 1ra carta que le hizo cuando apenas contaba 9 años. Me impresionó cómo, desde pequeño, expresaba lo mucho que quería a sus animales, cómo cuidaba a su caballo y cómo le hablaba de su gallo fino. Se manifiesta toda la pasión que le tenía a usted cuando dice: ´´ (…) su obediente hijo que la quiere con delirio´´ 83

Comienzo a recordar aún más esas cartas escritas para usted y el alma se me acongoja. Ya con 16 años, el corazón del Apóstol era tan chico como tan herido. Muchos viejos le decían que parecía un viejo, él era tan solo un hombre: un hombre con raíces arraigadas en el futuro, un hombre que hizo que el cuerpo de una mujer se le pudiera hacer de piedra, porque decía que lo inmensamente grande era el alma, y si la tenía fea, bien podría irse a brindar a otros sus hermosuras. Un hombre que no pensaba 2 veces en estar donde se oían los ecos del deber y actuar con ´´libertad´´. Un hombre, que, en estos tiempos, es la lápida de Latinoamérica, es el alma de cada hombre y fruto de sus propias semillas

Estoy convencido de que no hay un niño en Cuba que no conozca de su Martí y no lo admire

Ha de sentirse ahora muy gigante, pero mucho hubo de ser lo que sufrió cuando veía pasar por todos esos huecos oscuros a su Martí, cuando en una carta desde Nueva York, de enero de 1892, le dijo: ´´Mucho lo necesito: mucho pienso en Ud.: nunca he pensado tanto en Ud. Nunca he deseado tanto tenerla aquí. (…) Bueno: los tiempos son malos, pero su hijo es bueno. (…) este hijo que nunca lo ha querido tanto como ahora´´

Y es que con usted se le escapaba el alma, la quería y la sufría demasiado. Lo creció mucho, sabía que mientras hubiera una obra que hacer, no podía reposar. ¿O de quién pudo heredar Martí, sino de usted y de don Mariano, toda su entrega y su rebeldía

Siempre pensaba en usted, siempre la tenía presente en cada decisión de su vida

A usted vuelve los ojos en la etapa final de su vida. El 25 de marzo, en vísperas de su largo viaje, pensaba en usted, y usted se dolía en la cólera de su amor, del sacrificio de su vida, pero siempre su Martí estaría donde sería más útil, llevando en su creciente y necesaria agonía, su recuerdo

Cuando murió, se realizó su viejo anhelo: ´´ ¡Ojalá pueda algún día verlos a todos a mi alrededor, contentos de mí! ´´ 

Sé que él cuida de usted con mimo y orgullo

Bendígale, y créale; ´´ (…) jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza 

Alguien que será una madre como usted:

Martha Mayra Rodríguez Gómez