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Foto de Concurso Leer a Martí 200. La amistad es algo tan valioso.

Concurso Leer a Martí 200. La amistad es algo tan valioso.

17/10/2020
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Hoy le presentamos esta hermosa obra escrita por una adolescente de 10mo grado, tenía 15 años y que fue ganadora del Concurso Leer a Martí en el año 2000 y pertenece a la provincia de Ciego de Ávila. Nos enseña la importancia de la amistad.

Mi amigo Martí

Elizabeth Hernández Zubeldía

Amistad. Sé que es hermosa esa palabra. Y es que para nosotros los jóvenes, más que un simple vocablo es una necesidad. Para mí, amigo no es todo el mundo, pero me siento capaz de vivir la amistad con cualquiera que sea amable conmigo, que me trate con un tono afectuoso o simplemente se dirija a mí con una sonrisa en los labios. ¿Y no era así Martí? ¿No era gentil y pulcro su trato hacia los demás? ¿No hacía derroche de bondad y cariño cuando se dirigía a María Mantilla?

Causa admiración ver como en el corazón de nuestro Apóstol, cansado tal vez de dar tumbos por el mundo, siempre hubo un lugar muy especial para su niña. Porque jamás le faltó tiempo para escribirle y aconsejarle, siempre teniendo en cuenta su edad, su pensamiento, su posible forma de ver las cosas. Resulta extraordinario observar como ese gigante se ponía a la altura de una adolescente y con palabras dulces y sencillas hacía llegar a su corazón un mensaje cargado de incomparable belleza y sabiduría infinita. Sólo un hombre como él podía ser capaz de emanar tanta ternura y al mismo tiempo aconsejar de tan hermosa forma a una niña que comenzaba a florecer a la juventud

Yo, al menos, experimento un placer infinito cada vez que leo alguna de las cartas que dirigió Martí a su María, sobre todo porque ella era una muchacha y como tal sentía y pensaba en todo o casi todo lo que se piensa hoy en día, y ahí estaba su amigo, su maestro, su consejero fiel, el que le mostraba el mundo tal cual era, el que le enseñaba a ser digna, a respetar, a querer, a ser alegre, a amar, a valorarse a sí misma, a alejarse de ese mundo frívolo y vacío que no conduce a nada más que a tristezas e insatisfacciones

Espero algún día encontrar un amigo así, alguien que me quiera tanto y se preocupe por mí de esa manera. Mientras, me conformaré con leer una y otra vez esas cartas que alguna vez fueron enviadas a una joven como yo y pensaré que quien las escribió lo hizo para todas las muchachas de todos los tiempos. Entonces, también será mi amigo.