Noticias

Buscar noticia

Mes
Año
Término de búsqueda

Foto de De la historia contada por las revistas cubanas de los sesenta. Roberto Salas y Santiago Cardosa Arias tras el paso del ciclón Flora

De la historia contada por las revistas cubanas de los sesenta. Roberto Salas y Santiago Cardosa Arias tras el paso del ciclón Flora

16/11/2020
Por: Vilma N. Ponce Suárez, Biblioteca Nacional José Martí

Desde un helicóptero la mirada del fotógrafo Roberto Salas tropezó con un paisaje desolador. Volaban sobre los campos de la provincia de Camagüey después del paso del ciclón “Flora”. Dirigió el lente de su cámara hacia el central “Santa Marta” (actual “Cándido González”), y vio cómo las aguas habían arrasado los sembrados e inundaban las casas del batey. La escena se repetía en todas las zonas azotadas por el meteoro. Esta fotografía panorámica, y otras que tomó en aquellas jornadas de octubre de 1963, ilustraron el reportaje “El día en que se violaron todas las reglas de vuelo”, del periodista Santiago Cardosa Arias, publicado en la revista “Cuba” del mes de diciembre. El artículo tenía el propósito de destacar el heroísmo de los pilotos, técnicos y operadores de radio que habían formado parte de la “Operación rescate y abastecimiento de víveres y medicinas a las víctimas del Flora". 


La portada del número incluyó una fotografía a color tomada por Roberto Salas, en la que aparecía en primer plano un piloto, y en el fondo, una de las aeronaves que participó en el salvamento de los campesinos sobrevivientes. “Héroes de los helicópteros: quebraron la barrera de lo imposible” fue la frase que acompañó a esta imagen. Las fotografías de Salas revelaban la juventud de los pilotos, quienes relataron algunos de los difíciles momentos vividos cuando se adentraron en el huracán sin tener comunicación, ni visibilidad, con el fin de salvar vidas humanas. Las anécdotas estremecen al lector. La solidaridad que manifestaron esos muchachos estuvo a la altura de la magnitud de la tragedia. Sólo en Bayamo ellos salvaron a más de 4 mil personas. Uno de los integrantes de la naciente Fuerza Aérea Cubana diría: “Aquello era tutearse con la muerte. Además de las pésimas condiciones de vuelo, las máquinas no descansaban. Por eso fue que se nos cayeron algunas máquinas. Pero también fue porque tuvimos que echarle gasolina con agua ¡Era la única que había en esos momentos!