Noticias

Buscar noticia

Mes
Año
Término de búsqueda

Foto de Programa Nacional por la Lectura. Reseña de Jardín. Novela de Dulce María Loynaz

Programa Nacional por la Lectura. Reseña de Jardín. Novela de Dulce María Loynaz

29/11/2020
Por: Maribel Duarte González, Biblioteca Nacional José Martí

Dulce María Loynaz, una de las voces más importantes de la literatura cubana del siglo XX fue una sensible y audaz escritora que nos traslada una   dulzura a través de su obra con un marcado acento de ternura.

Hoy compartimos con ustedes su novela Jardín. Dulce María Loynaz, dice en el Preludio, es "la historia incoherente y monótona de una mujer y un jardín.

Duró siete años para escribirla y la terminó en 1935. Fue publicada por la célebre Editorial Aguilar en España en 1951; luego revisada por la autora y publicada en Cuba en 1993.

Jardín se mantuvo guardada con llave en una gaveta, hasta que la tenacidad de María Teresa Aranda de Echeverría, fundadora de la sociedad de Artes y Letras Cubanas, hizo posible que se mecanografiara y se le entregara a la declamadora Aida Cuellar de Valdés de la Paz, la primera en escribir un ensayo sobre el libro, titulado Ala y raíz en el Jardín de Dulce María Loynaz, leído en dicha sociedad, el 3 de febrero de 1950.

La primera edición del libro se realizó por Ediciones Aguilar, España, 1951, con encendidos elogios de los más connotados escritores. Fue declarado unánimemente el acontecimiento literario más grande de los últimos cincuenta años. La novela y la autora llegaron a la cúspide.

La obra es autobiográfica. El jardín es el mismo de la casa situada en la calle Línea, esquina 16, en el Vedado. Un jardín selvático, que tiene largas y tentaculares raíces retorcidas, que van abarcándolo todo. Rodeado de altas rejas. Bárbara es Dulce María. Las cartas líricas y repletas de amor de Pablo Cañas están en la novela y Enrique de Quesada es el que absorbe, como una planta. Estos dos hombres, cada uno a su modo son inspiradores directos de esta magna obra.

Dulce María Loynaz Muñoz (La Habana, 10 de diciembre de 1902 - La Habana, 27 de abril de 1997) fue una escritora cubana, considerada una de las principales figuras de la lírica cubana y universal. Mereció el premio Miguel de Cervantes en 1992. En el linaje de la Loynaz se entrecruzan importantes personalidades cubanas y universales, su propio padre, Enrique Loynaz del Castillo, poeta y General del Ejército Mambí, Ignacio Agramonte y Loynaz, la destacada poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda y Martín de la Ascensión, uno de los 26 mártires de Japón al que le dedicara un extenso poema en prosa. Publicó sus primeros poemas en La Nación 1920, año en que también visitó a los Estados Unidos. A partir de esa fecha realiza numerosos viajes por Norteamérica y casi toda Europa. Sus viajes incluyeron visitas a Turquía, Siria, Libia, Palestina y Egipto. Visitó México en 1937, varios países de América del Sur entre 1946 y 1947 y las Islas Canarias en 1947 y 1951, donde fue declarada hija adoptiva.


Foto de Casa de la autora en el Vedado Casa de la autora en el Vedado
Foto de Dulce María Loynaz Dulce María Loynaz