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Concurso Leer a Martí. Memorias Edición 2016. Un viaje

27/2/2021
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Hoy le proponemos este viaje que su autor un chico de 17 años de la provincia de Guantánamo y que se encontraba estudiando en una escuela taller albañilería, vean que relato más bonito, fue ganador en el año 2016 del Concurso Leer a Martí de la BNCJM. 

Placentero viaje

Dioenis Gainza Justis

Son las vacaciones el momento idóneo que escoge cada persona para tomar un descanso, para realizar excursiones o para visitar una playa o un campismo. Yo también disfruto de ellas; pero esta vez, he decidido realizar un imaginario viaje a los sitios más importantes de la geografía cubana, sin duda alguna, para mí los más notables son los que meritoriamente llevan el nombre del más universal de los cubanos; o los que se relacionan con aspectos significativos de su vida. Te convido a viajar junto a mí, y así descubrirás todo lo bueno que se disfruta en este placentero viaje.

Domingo 24 de agosto: Llego a La Habana, me bajo de mi imaginaria nave, y sin sacudirme el polvo del camino no pregunte donde se comía ni se dormía, sino cómo se podía llegar hasta la Casa Natal de José Martí;  y creo que hice bien; porque todos los jóvenes debemos conocer este lugar. Al tocar a la puerta sale a mi encuentro doña “Leonor Pérez”. Parece que esta señora adivinó el motivo de mi visita, y con una dulce voz y una deslumbrante mirada me dijo: Sé que te interesa conocer más de mi extraordinario hijo…, y así, entre las conversaciones y el rico café que me brindaba pude apreciar la blanca toalla y el fino gorro de hilos que utilizaron para el bautizo de este genial hombre. Observé como Doña Leonor acariciaba apasionadamente una rubia y larga trenza, que, entre sollozos y lágrimas me decía: ¡Cuatro años tenía mi hijo cuando decidimos cortársela! Al ver el pesado grillete que llevaba en su pie derecho cuando estaba en el presidio me traslade a la vida de un hombre que sufrió por el dolor de los demás, más que por el suyo; por lo que aproveché este momento para utilizar su pluma y su tintero y escribí estas palabras: “Dolor infinito”

Lunes 25 de agosto: Voy caminando por las calles de La Habana, me encuentro con una encantadora joven, nuestras miradas se entrelazaron como queriéndonos decir algo, era María Mantilla. ¿Vas muy lejos? – me preguntó. Sin pensarlo le comenté que me dirigía hasta el Museo Fragua Martiana (antigua canteara de San Lázaro) La joven decidió acompañarme. Exploramos el lugar, y aunque nuestros ojos estaban colmados de imágenes no descuidamos un solo detalle; por lo que pudimos ver, en una de las esquinas, a una niña muy triste, que parecería morir de amor regalándole una almohadilla con olor a rosas a Martí. Más adelante me sorprende la penetrante mirada de un hombre vestido de preso y con grilletes, que enérgicamente le decía a su madre:

Mírame madre, y por tu amor no llores

Si esclavo de mi edad y mis doctrinas,

Tu mártir corazón llené de espinas.

Piensas que nacen entre espinas flores. 1

Martes 26 de agosto: Alisto mi mochila y hago camino al andar. Llego a la Plaza de la Revolución José Martí. Decido entrar. Recordé que mi bibliotecaria me explicó que dentro de esta plaza se encuentra ubicada la mayor biblioteca de Cuba. Mientras mis ojos recorrían este importante lugar, una voz dulce y delicada me decía que “los libros calman, consuelan, preparan, enriquecen y redimen”2, hasta que resolví entrar a una de las salas que allí se encuentran para leer algunos de los libros que con desvelo acapara este sitio. ¡Qué belleza encierran estas páginas! ¡Qué lenguaje tan claro! ¡Qué mensajes tan oportunos!

Miércoles 27 de agosto. Llego al Vedado. Paseo por el malecón, respiro aire fresco y puro. Observo un cartel que se identifica con el nombre “Sociedad Cultural José Martí”. Me intereso en saber lo que allí acontece. ¡Maravillosas propuestas! Aprovecho la oportunidad para presentar la síntesis del “Restaurante Literario Lector esperanza” creado en mi centro de estudios, y que tiene como objetivo: crear un menú literario relacionado con la obra martiana. Todos los allí presentes, saborearon junto a mí, los deliciosos platos martianos que se ofertan. Quedaron tan abismados que prometieron visitar mi escuela.

Jueves 28 de agosto: Continúo mi itinerario. Me detengo en un bello lugar engalanado por veintiocho palmas reales que respaldarían con desvelo los ideales del hombre que nació aquel 28 de enero de 1953. Luego me saludan airosamente ocho jardines colmados de flores multicolores adornando la vida eterna de los jóvenes estudiantes de medicina que fueron fusilados por los españoles; no lo pensé dos veces para exclamar en voz alta: ¡Malditos los asesinos! Me encontraba entonces frente a la “Estatua de Martí en el Parque Central”.

Viernes 29 de agosto: Me dirijo hacia el Oriente cubano. No podía dejar de visitar el “Monumento a Martí en Dos Ríos” Al arribar a este sitio me recibe un hombre de 42 años, de mirada firme y segura; rodeado de palmas reales, cedros, caimitos, guayabas…, era un hombre con olor a paz, lleno de gloria, aunando voluntades, formando trincheras de ideas; de pie sobre el yugo y con la estrella en la frente iluminando las filas para cortarle los pasos al gigante de siete leguas; y de sus labios brotaban estas palabras: “Morir por la Patria es Vivir”.

Sábado 30 de agosto: Último día de mis vacaciones. Desembarco en la costa sur de Imias, en el poblado “Cajobabo”. Me deslumbra la visión de una linda playita, se llama “Playita de Cajobabo”. Aparecen ante mí, dos hombres extraordinarios; eran Martí y Gómez que a pesar del intrincado y pedregoso paisaje al que tuvieron que enfrentarse, lucían en un pedestal la Bandera de la Estrella Solitaria. Me acerqué, estreche mi pecho junto al de ellos, y pedí permiso a la muerte para expresar: “La Patria os contempla orgullosa”.

En el mundo podrá haber una puesta del sol maravillosa que si no es contemplada desde un lugar placentero, solo el hábito de nuestra esperanza de lograr un mundo mejor redimirá la lobreguez de nuestros días, bien supo el Apóstol transformar realidades con su pensamiento renovador; mas hoy, renace desde su ejemplo, para nutrirnos de grandeza, astucia y creatividad; atributos que inducen su inclusión en nuestras vidas y su llegada a lal vida carnal para acompañarnos en este placentero viaje.


Bibliografía

Pérez Galdós Ortiz, Víctor. José Martí. Fuente de motivación y enseñanza. __ La Habana: Ed. José Martí, 2012.


Citas Bibliográficas

1. Obras Completas, t 17. p 29.

2. Obras Completas, t 15. P 23.