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Foto de Concurso Leer a Martí 2000. Un hombre extraordinario.

Concurso Leer a Martí 2000. Un hombre extraordinario.

26/11/2020
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Hoy creo les gustará leer esta obra que tiene un sentido histórico, es de una adolescente de 9no grado, con solo 14 años y que fue ganadora en el 2000 del Concurso Leer a Martí, ella es de Villa Clara y estaba en la Escuela Eduardo Aniceto Rega. 

La vida me alcanza, pero no el papel

Leydis Valdés Castillo

            Cuando se diga hombre, hermano, padre, hijo, amigo: se está diciendo Martí. Cuando se diga maestro, estrella, guía, patria: se está diciendo Martí. Cuando allí en lo más profundo de cada ser, de cada persona nace y se alimenta una buena acción, un interés para defender cualquier justa causa siempre lo alimenta Martí.

Martí fue un hombre tan extraordinariamente completo que no bastan 3 hojas de papel, un lápiz y una mano para escribir sobre su persona y mucho menos sobre su obra.

Pero bueno, tratando de llevar al alma de cada espíritu palabras esenciales y profundas, me he detenido, hoy una vez más a escribir sobre él. Quiero hablar sobre todos los bienes que me ha reportado conocer su literatura, sin más ambición que todas las manos que toquen estas cuartillas, que todos los ojos que la lean y oídos que las escuchen, se sientan rápidamente embriagados por ese inmenso placer que nos reporta leer a Martí

Sentir cómo poco a poco sin darse apenas cuenta te vas internando en ese mundo en el cual nos quería adentrar. ¿Qué niño cubano no se ha sentido, aunque sea una vez, Pilar cuando se ha despojado de un bien para a otro niño ayudar? ¿Quién no ha tenido una amistad y la ha defendido como Piedad a su muñeca negra cuando de su lado la quisieron apartar? ¿Quién no se sintió al lado de Bolívar o Hidalgo listos para el combate cuando se les va descubriendo en los ´´3 héroes´´

Sí, La Edad de Oro, esas 4 revistas agrupadas en un libro, es un libro maravilloso que se adentra en el corazón y por siempre se queda allí

Como por siempre estuvo en el corazón del Apóstol su hijo querido, ´´ (…) hijo del alma (…) , su ´´príncipe enano´´ 71 como lo llamara en su libro titulado Ismaelillo, donde se manifiesta todo el amor de un padre, que vive para su hijo y, sin embargo, tiene que vivir separado de él. Y que soporta este dolor por amor a su patria, a su Cuba, tal como el que soportó Juan Miguel valientemente ante el criminal secuestro de su príncipe enano Elián González. Qué se puede decir del Ismaelillo, allí está la clara y sentimental respuesta a la pregunta ¿qué es un padre y cuánto amor puede brindar?

Amor que siempre fue dado y nos enseñó a profesar nuestro Maestro, al suelo patrio, al pedazo de tierra donde nacimos. Por el cual todo aquel que se sienta un hombre digno debe estar dispuesto a dar hasta la última gota de sangre, hasta el último aliento. Como lo hizo Abdala que, aun por encima del sufrimiento de su madre, partió a la lucha. Y en palabras como:

El amor madre a la patria

No es el amor ridículo a la tierra,

Ni a la yerba que pisan nuestras plantas;

Es el odio invencible a quien la oprime,

Es el rencor eterno a quien la ataca (…) 

Sinceramente dejó escrito el concepto de patria tan breve y tan extenso que oprime cualquier corazón y nos hace entender esta decisión de Abdala que no era más que la de su creador

Que, así como amó tan grande y apasionadamente como a su patria, supo entender siempre al amor y a los amantes. Como lo expresa en una de sus cartas a su hermana Amelia, la cual aparece en el Epistolario. En esta carta habla Martí a una adolescente explicándole todo tipo de cosas sobre el amor, para que ella supiera cómo actuar ante su llegada y ante él. Esta carta como en las demás que en ese libro aparecen dejaron de ser solamente de sus remitentes para convertirse en nuestras; para convertirse en cartas remitidas a cada uno de nosotros

Qué más puedo decir, la vida me alcanza, pero no el papel, por tanto, mencionar algunas de esas innumerables obras de nuestro José Martí. Ver cómo se reflejan en nuestros días y cómo se mantiene viva su palabra ha sido entre otros mi objetivo, porque el principal es dar a conocer a todos lo que aprendí y lo que sentí al leerlas. Y no fue menos que lo que sentiría un ciego si pudiera ver la luz. No fue menos que lo que se siente en la frente cuando nuestra madre nos da un beso antes de dormir o cuando la abuela nos brinda su apoyo. No fue menos que la alegría que siente un niño cuando aprende a escribir. No fue menos que el placer de entregar la vida a la patria o desde cualquier trinchera defender su libertad. Lo que sentí y viví, no fue más que la satisfacción de ser una pionera cubana conocedora de la gloriosa historia de su país, conocedora, orgullosa y defensora por siempre de los ideales de los grandes héroes, mártires y guías de la patria como lo fue, es y será nuestro Apóstol

Sin más, te invito a que experimentes por experiencia propia lo que se vive cuando se lee a Martí.