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Foto de 120 Aniversario BNCJM- La pasión por la literatura y las artes de una bibliotecaria.(A Carmen Zita Quirantes Hernández)

120 Aniversario BNCJM- La pasión por la literatura y las artes de una bibliotecaria.(A Carmen Zita Quirantes Hernández)

20/2/2021
Por: Vilma N. Ponce Suárez, Biblioteca Nacional José Martí

La ciudad de Matanzas, heredad de músicos y poetas ilustres, y una familia de maestros apasionados por la lectura constituyeron el privilegiado entorno en el que transcurrió la niñez de Carmen Zita Quirantes Hernández. Catorce años tenía cuando triunfó la Revolución, y como muchos adolescentes y jóvenes de la época participó como Alfabetizadora Popular en la Campaña de Alfabetización, en 1961. 

A ella siempre le gustó leer, por esa razón le agradó la idea de convertirse en bibliotecaria, cuando conoció la convocatoria de matrícula en la “Escuela Nacional de Técnicos de Bibliotecas”, en La Habana. Inició sus estudios en este centro en 1964, donde se preparó como técnica especializada en bibliotecas públicas. Su profesora Adelina López Llerandi, quien en esa etapa era también trabajadora de la Biblioteca Nacional José Martí, debió percibir en ella cualidades idóneas para ejercer la profesión, pues le propuso que se presentara a los exámenes de ingreso de la carrera en la Universidad de La Habana. Si los aprobaba, podía optar por una plaza en la institución bibliotecaria. Así, en 1968, mientras estudiaba en la Casa de Altos Estudios comenzó su labor en el Departamento de Artes Visuales de la Biblioteca Nacional. Dejaba su natal, Matanzas para iniciar una nueva etapa de su vida en la capital del país. En 1972 se graduó como Bibliotecaria Universitaria, contrajo matrimonio, y dos años después nació su hija.

Antes de decidirse por la Bibliotecología su aspiración había sido ser abogada, por eso estudió también la carrera de Derecho en el curso nocturno para trabajadores. En 1978 obtuvo el título, pero realmente nunca ejerció esa profesión. Aunque esta formación le facultó para que fungiera como juez lego durante varios años, a la par de su trabajo en la Biblioteca. Dichos conocimientos le valieron, además, para realizar el procesamiento de los artículos correspondientes a la Sección de Derecho del Índice General de Publicaciones Periódicas Cubanas. 

En el Departamento de Artes Visuales participó junto a otros bibliotecarios en la elaboración del catálogo de artistas cubanos y en la compilación anual de la Bibliografía Cubana. Específicamente trabajó en la sección dedicada a las artes, la cual incluía carteles, catálogos y programas de exposiciones, además de la producción cinematográfica del año. 

En 1979 se oficializó la nueva estructura interna de la Biblioteca Nacional bajo la dirección del Dr. Julio Le Riverend. Como resultado de este proceso el Departamento de Artes Visuales se transformó en Sala de Arte; y Carmen Zita, al igual que otros bibliotecarios de las áreas de procesamiento bibliográfico, pasaron a integrar el Departamento de Investigaciones Bibliográficas, dirigido por la Dra. Araceli García Carranza.

Una de las obras más importantes en las que trabajó en ese periodo fue la “Bibliografía de arte cubano”, junto con los bibliotecólogos Manuel Corcho, e Isabel Serrano. En 1985 este repertorio se editó por la Editorial Pueblo y Educación. El valor de ese producto informativo para los estudios del arte nacional ha sido reconocido por investigadores, como Tomás Fernández Robaina, quien señalaría un tiempo después: 

“Esta magnífica obra en cuanto a la técnica y estructuración, así como por el papel, el formato y la tipografía utilizados, tiene méritos innegables. Posibilita conocer los fondos de la Biblioteca Nacional sin tener que acudir a ella. Ofrece los catálogos de las exposiciones – material éste de suma importancia para los especialistas (…). “La Bibliografía de arte cubano” llena un vacío en el sistema informativo de los repertorios bibliográficos, y ese esfuerzo y resultado merece el conocimiento público”.  (1)

Otros elogios a este repertorio fueron expresados por el investigador Jorge Domingo Cuadriello en su artículo “La Casa Cultural de Católicas”, publicado en la revista Espacio Laical. Así señaló: “Gracias a la Bibliografía de arte cubano tenemos hoy conocimiento de las numerosas exposiciones de pintura y escultura que abrieron sus puertas en esta institución”. (2)

Durante los años ochenta fue responsable del montaje de diversas exposiciones en las áreas de la Biblioteca Nacional. Así, por ejemplo, en 1980, estuvo al frente de todas las muestras que se hicieron, entre ellas, las dedicadas al Centenario de Ramiro Guerra; el Homenaje a Medardo Vitier; los Tesoros Documentales de la Biblioteca Nacional (Incunables, s. XVI-XVIII) (1900-1958) (1959-); el CX Aniversario del natalicio de V.I. Lenin; la Expo Teatro Cubano, por sólo citar algunas.

El traslado de Carmen Zita Quirantes al Departamento de Investigaciones Bibliográficas le propició tener acceso a una información más amplia de la producción editorial del país. En particular, la participación por varios años en la confección del Índice General de Publicaciones Periódicas Cubanas le permitió conocer al detalle las más importantes publicaciones seriadas nacionales y sus colaboradores. Como miembro de este colectivo ofreció numerosos servicios y asesorías técnicas a investigadores, profesionales e instituciones; así como también, a estudiantes que requerían de alguna información. Por su experiencia fue seleccionada para impartir clases de Bibliotecología en la Universidad Laica “Eloy Alfaro” de Manabí (ULEAM), en Manta, Ecuador. 

La predilección por la obra del novelista estadounidense Ernest Hemingway la condujo en los años noventa a incorporarse a la Cátedra que llevaba su nombre, adjunta al Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En esta participó con regularidad en los coloquios internacionales celebrados cada dos años en coordinación con el Museo Ernest Hemingway. Su primera ponencia resultó la bibliografía de Hemingway editada en Cuba, la cual elaboró con la bibliotecóloga Ileana Ortega.  

Entre sus presentaciones, una de las más elogiadas fue “Hemingway y Gregorio en la prensa cubana”, expuesta en el marco del coloquio que sesionó en mayo del 2003. Sobre esta, en el diario Granma la periodista Carmen Oria aportó la siguiente valoración:  

“Carmen Zita Quirantes, estudiosa de la obra del escritor estadounidense, presentó una ponencia titulada “Hemingway y Gregorio en la prensa cubana”, en la cual señala el olvido durante 17 años luego del suicidio en 1961 del Premio Nobel de Literatura, de uno de los testimoniantes más preciados”.

“Por más de dos décadas el hombre que se robaba el show periodístico convivió con otro que siempre estuvo a su sombra, comenta la investigadora, quien reafirma que Gregorio Fuentes le fue fiel a Hemingway hasta los últimos días de su vida”.

“Para el pescador “un amigo es una cadena”, la misma que él llevó en vida del escritor con las idas, venidas y restauraciones del yate, como también después de la muerte de Hemingway, destacó Carmen Zita”. (3)

Años más tarde, en el XIV Coloquio Internacional Ernest Hemingway (2013), presentó “Hemingway y su ofrenda a Cuba”, ponencia dedicada al noble gesto del escritor de donar la medalla que recibiera por el premio Nobel de Literatura a la Virgen de la Caridad, en su Santuario del Cobre.  

Otra de sus aficiones ha sido la poesía, no sólo como lectora, sino también creadora. Los temas han sido muy diversos, incluso, han estado inspirados en la obra de escritores, como el colombiano Gabriel García Márquez, a quien le dedicó el poema “Dos novelas”. Este fue incluido en el libro “Un canto de amor” (2015), compilación de poesías consagradas al eminente novelista en la que participaron autores de treinta y dos países. 

Luego de treinta y cuatro años de labor en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, Carmen Zita Quirantes solicitó su jubilación en el 2002; sin embargo, cinco años después volvió a trabajar como bibliotecaria, pero esta vez en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. En ese centro docente permaneció hasta el 2017. 

Por su amplia contribución a la actividad bibliotecaria en el país Carmen Zita Quirantes recibió en el 2013 el Sello Antonio Bachiller y Morales que otorga la Asociación Cubana de Bibliotecarios (Ascubi). Junto con este reconocimiento le llegó también el cariño y admiración de sus compañeros de trabajo. 

(1)  Fernández Robaina, Tomás. “Crítica bibliográfica y sociedad”. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2011.

(2)  Cuadriello, Jorge Domingo. “La Casa Cultural de Católicas”. En: Espacio Laical, Año16, No. 1-2, 2020. Recuperado de https://espaciolaical.net/articulo/la-casa-cultural-de-catolicas/

(3)  Oria, Carmen. “Concluye hoy Coloquio sobre Hemingway”. Granma, No. 141, 21 de mayo de 2003. Recuperado de http://www.granma.cu/granmad/2003/05/21/nacional/articulo13.html

Foto de Portada 

 Actividad festiva en el Departamento de Investigaciones Bibliográficas el 28 de diciembre de 1999. De izquierda a derecha aparecen sentadas: Ileana Ortega, Lourdes Castillo y Carmen Zita Quirantes. De pie: Osdiel Ramírez y Julio Domínguez,  Miriam Jorge, Ubail Zamora y Marta Nolazco