Pedro Antonio Díaz Molina, hijo de esclavos de la región de Sancti Spíritus, decidió desde muy joven incorporarse a la lucha por la independencia de Cuba. Participó en la Guerra de los Diez Años, la Guerra Chiquita y en cuanto supo la noticia del estallido del 24 de febrero de 1895, no dudó en sumarse a la causa libertadora.

El 5 de junio de ese año, en las cercanías de Remedios, el entonces teniente coronel Pedro Díaz se alzó en armas junto a un grupo de coterráneos. Posteriormente fue designado jefe de la Brigada de Remedios, perteneciente a la Primera División del Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador.

Se incorporó a la invasión dirigida por Gómez y Maceo. Al sur de La Habana desarrolló acciones militares de gran envergadura, por lo cual fue nombrado jefe de la División de Pinar del Río. El arrojo y la inteligencia militar del mayor general Díaz Molina le valieron la confianza de Maceo y otros grandes jefes de la Guerra Necesaria. El espíritu del alzamiento del 5 de junio de 1895 lo acompañó durante la guerra y después de esta, hasta su muerte el 15 de mayo de 1924.  

 

Foto de Portada .Estado mayor y escolta del mayor general Pedro Díaz, fondos BNCJM