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Programa Nacional por la Lectura. Versos Sencillos de José Martí
8/9/2020
Por: Maribel Duarte González, Biblioteca Nacional José Martí
Hoy continuamos recorriendo la obra de nuestro héroe nacional, José Martí. Les presentamos sus Versos sencillos. Se trata de un poemario, escrito en 1891 que aparece publicado en New York y que puede considerarse la obra de plenitud de su autor. Martí lo escribió cuando tenía treinta y ocho años y una vasta experiencia no solo en el campo intelectual sino también en la lucha libertadora de Cuba.
La mayor parte de los 46 versos sencillos que conforman el poemario están estructurados en forma de cuartetas y redondillas. Encontramos temas referidos a la naturaleza, el dolor, la nostalgia y el ensueño. También reflejan conceptos significativos, como sus propias vivencias y los valores más importantes del ser humano.
De profunda hondura autobiográfica, esos poemas reflejan una especie de viaje interior por la vida del hombre, en el discurso lírico y más íntimo de su escritura. En un contexto político e histórico surgieron los poemas de los Versos Sencillos, ese latido doloroso y desgarrado donde Cuba es protagonista de la vigilia martiana
De Versos Sencillos nos queda la invitación para leerlos siempre
Ahí les van algunos de ellos
-Yo soy un hombre sincero, de donde crece la palma, y antes de morirme quiero, echar mis versos del alma.
-Yo se los nombres extraños de las yerbas y las flores, y de mortales engaños, y de sublimes dolores; yo vengo de todas partes, hacia todas partes voy: arte soy entre las artes, en los montes, monte soy.
-Yo he visto en la noche oscura llover sobre mi cabeza, los rayos de lumbre pura, de la divina belleza; alas nacer vi en los hombros de las mujeres hermosas: y salir de los escombros, volando las mariposas.
-He visto vivir a un hombre con el puñal al costado, sin decir jamás el nombre de aquella que lo ha matado.
- Rápida, como un reflejo, dos veces vi el alma, dos: cuando murió el pobre viejo , cuando ella me dijo adiós. Temblé una vez —en la reja, a la entrada de la viña,—cuando la bárbara abeja picó en la frente a mi niña.