Noticias

Buscar noticia

Mes
Año
Término de búsqueda

Foto de Correo desde la Isla de la Dignidad.Lola Rodríguez de Tió, ilustre antillana, caribeña, betanceana y martiana

Correo desde la Isla de la Dignidad.Lola Rodríguez de Tió, ilustre antillana, caribeña, betanceana y martiana

9/11/2020
Por: Eloisa M. Carreras Varona , Biblioteca Nacional José Martí

Este 10 del presente se cumplirán 96 años de que falleciera en la capital cubana, la destacada intelectual borinqueña-cubana Lola Rodríguez de Tió. Para mí, esta evocación de homenaje a su memoria es una obligación, por todo lo que esta antillana y latinoamericana ejemplar, seguidora del apostolado betanceano y martiano, hizo por la libertad de nuestras islas hermanas, por las que fueron sus dos patrias: Cuba y Puerto Rico. En ese sentido recordemos lo que escribió en su memorable texto Mi libro de Cuba, La Habana, 1893, en el poema “A Cuba”:

“¡Vuestros dioses tutelares/ Han de ser también los míos!/ Vuestras palmas, vuestros ríos/ repetirán mis cantares.../  Culto rindo a estos hogares/  Donde ni estorba ni aterra/ El duro brazo que cierra/ Del hombre los horizontes.../  ¡Yo cantaré en estos montes/ Como cantaba en mi tierra!/ 

Cuba y Puerto Rico son/  De un pájaro las dos alas, / Reciben flores y balas/  Sobre el mismo corazón.../  

¡Qué mucho si en la ilusión/  Qué mil tintes arrebola, / Sueña la musa de Lola/  Con ferviente fantasía,/  ¡De esta tierra y la mía, / Hacer una patria sola!!!  

Le basta al ave una rama/  Para formar blando lecho:/  Bajo su rústico techo/  ¡Es dichosa porque ama!/  Todo el que en amor se inflama/  Calma en breve su hondo anhelo:/  Y yo plegando mi vuelo, /  Como el ave en la enramada, /  Canto feliz, Cuba amada, /  ¡Tu mar, tu campo y tu cielo!”

Asimismo, pensemos que aunque Lola fue una de las figuras puertorriqueñas más notables del siglo XIX, mucho se desconoce todavía sobre la vida y la obra de esta escritora y patriota que tuvo que abandonar su tierra natal por culpa de la opresión y el colonialismo en el que se encontraba sumida su amada Isla; por eso pensamos que se debe volver una atenta mirada al estudio de su decisiva obra revolucionaria e independentista, una buena parte de la cual se encuentra depositada en el Archivo Nacional de Cuba y en los Fondos de la Biblioteca Nacional José Martí, lo cual, de seguro se convertirá en una hermosa lección para las nuevas generaciones.  

Dolores Rodríguez de Astudillo Ponce de León o Lola Rodríguez de Tió, también fue una destacada poeta y periodista que nació en San Germán, Puerto Rico, el 14 de septiembre de 1843. Recibió de su padre gran influencia en su formación, realizó sus estudios primarios en su pueblo natal y en Mayagüez y, muy joven aún, se casó con el periodista Bonocio Tió Segarra, con el que tuvo dos hijas y compartió sus fervorosos ideales nacionalistas y patrióticos. 

Algunos de los especialistas que han evaluado su obra, afirman que “Rodríguez de Tió se inscribió en nuestra poesía, junto a nombres como Aurelia Castillo de González y Nieves Xenes, en cuyas composiciones comienza a advertirse cierto cambio de signo estético entre el epigonismo romántico y ciertos brotes, muy débiles aún, de nuestro modernismo. No hay dudas de que en los versos de Lola vibra una singular cubanía de temas, sentimientos y de escenarios, como puede leerse en su poema “Saludo a Villaclara”. 

Claro que la vida de Lola no fue fácil, pues su manifiesta oposición al régimen colonial español le acarreó acoso, persecución y el obligado exilio. Recordemos que, a consecuencia de su segundo destierro en 1889, se radicó en nuestra patria hasta 1895, cuando se inició la Guerra y tuvo que volver a emigrar, pero regresó en 1899 al término de la misma.  

En La Habana llevo a cabo una intensa vida cultural; téngase en cuenta que fue una de las fundadoras de la Academia Nacional de Artes y Letras; trabajó como inspectora de las escuelas; colaboró para distintas e importantes revistas culturales de la Isla entre las que figuran: El Fígaro, Letras y El Hogar. 

En homenaje a la sagrada memoria de esta insigne mujer, a su talento sin par, despido esta Columna, con algunos de los versos inmortales y patrióticos del Himno La Borinqueña, escrito por Lola en 1868, durante el Grito de Lares:

“¡Despierta, borinqueño/ que han dado la señal!/ ¡Despierta de ese sueño/ que es hora de luchar!

A ese llamar patriótico/ ¿no arde tu corazón?/ ¡Ven! Nos será simpático/ el ruido del cañón.

Mira, ya el cubano/ libre será, / le dará el machete/ su libertad.../ le dará el machete/ su libertad.

Ya el tambor guerrero/ dice en su son, / que es la manigua el sitio,/ el sitio de la reunión,/ de la reunión.../ de la reunión.

El Grito de Lares/ se ha de repetir, / y entonces sabremos/ vencer o morir.

Bellísima Borinquen,/ a Cuba hay que seguir, / tú tienes bravos hijos/ que quieren combatir.

Ya por más tiempo impávidos/ no podemos estar, / ya no queremos, tímidos/ dejarnos subyugar.

Nosotros queremos ser libres ya,/ y nuestro machete/ afilado está.../ y nuestro machete/ afilado está.

¿Por qué entonces, nosotros/ hemos de estar, / tan dormidos y sordos/ y sordos a esa señal?/ a esa señal, a esa señal?

[…]

Ya no queremos déspotas,/ caiga el tirano ya,/ las mujeres indómitas/ también sabrán luchar.

Nosotros queremos/ la libertad,/ y nuestros machetes/ nos la dará....

[…]

Vámonos, borinqueños,/ vámonos ya,/ que nos espera ansiosa,/ ansiosa la libertad./ ¡La libertad, la libertad!.