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120 Aniversario BNCJM- Tres ilustres cubanas nos hablan del amor y la amistad
14/2/2021
Por: Mabiel Hidalgo Martínez, Biblioteca Nacional José Martí
El 14 de febrero, fecha que convida a expresar los más limpios sentimientos hacia los amigos, la familia y la pareja, la poesía se nos presenta como un buen aliado para el disfrute, y es un precioso regalo a los seres que amamos.
La evocación de los versos de María Villar Buceta, Fina García Marruz y Cleva Solís, resulta una atinada elección, y al mismo tiempo un homenaje desde la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, institución que se privilegió al tenerlas como especialistas. Cada una en su espacio y en su época cultivó el don de la palabra, con dedicación casi absoluta a la labor intelectual, para legarnos, en encendido lirismo, la inmensidad de sus almas.
La Biblioteca Nacional fue el recinto de paz donde anidaron sus musas. Para María, era ideal el silencio que habitaba la institución en la antigua Maestranza de Artillería; en cambio Fina y Cleva se nutrieron de la energía de un nuevo proyecto social, en un edificio que irradiaba luz y esperanza.
A Fina García Marruz (La Habana, 1923) y Cleva Solís (Cienfuegos 1918 - La Habana 1997) las unió una profunda amistad desde los años que integraron el Grupo Orígenes. Los versos que le dedica Fina a la poetisa y pintora cienfueguera describen en esencia a su amiga-hermana:
“Humilde, con dureza en el centro
(de almendra, no de corazón),
aristócrata como un gris no tocado
sino por las brumas
de un alba muy antigua
de veras única amiga.”
En una entrevista, la fervorosa martiana y dedicada esposa de Cintio Vitier, confesó: “[…] para mí la poesía es lo humilde. La poesía es muy huidiza, ¿sabe?, a ratos huraña; cuando viene hago el intento de atraparla, pero a veces se resiste y sigue de largo, y otras soy yo misma la que adopta ese camino”. (1)
“Toma mi mano” es un poema de su autoría que expresa la hermosura de las frases simples y profundas a la vez:
“Toma mi mano,
hazme sentir que estás cerca
en la novedad de esta hora
en que mi mano es nueva en tu
mano,
y es mi mano porque tú la tomas
y mi pecho ha quedado silencioso
como ella, anhelante,
en el banco arrobado, suspendido
por todas las estrellas.”
A Cleva Solís, “criatura absoluta de la poesía” al decir de Cintio Vitier –su queridísimo amigo- le resultaba placentero escribir a sus colegas de la Biblioteca, ya fuera por una exposición, la publicación de un libro o ante la partida física de alguno. Muestra de lo anterior es el poema que le brotó ante la inesperada muerte de la bibliotecaria Elena Giráldez, compañera de labores:
“[…]
Era su conversación
un evangelio vivo
de grandezas,
un arpa noble que tocaba
acordes intensos y graves.
Se ha ido
en una partida apocalíptica.
Sus pasos aún resuenan
en los salones,
y con el poder
de un oro vivo,
se ha quedado guardada
en cada uno de nosotros.
[…]”.
Por su parte, la poetisa y bibliotecaria María Villar Buceta, nacida en Corral Falso de Macurijes, Matanzas, en 1899, elogió en múltiples escritos a sus amigos. Juan Marinello, Emilio Roig de Leuchsenring y Rubén Martínez Villena, son solo algunos de los que sintieron la intensidad del “aguijón untado en miel”, como la calificara otro amigo, el abogado y político Raúl Roa.
La autora de Unanimismo, su único libro de poesía publicado en 1927, nos regala valiosas reflexiones desde la sencillez de su personalidad, reveladoras del crecimiento espiritual y la sensibilidad que brotan de las almas cuando aman:
“Amo las cosas
simples: en la simplicidad
he encontrado la
clave de la serenidad.
La vida tiene
inefable belleza
cuando se sabe ir
por ella con simpleza”
Notas
(1) Mario Cremata. “Fina García Marruz. Toda partida es bella”. En: La voluntad de prevalecer. La Habana: Ediciones Boloña, 2018, p. 116.