Noticias

Buscar noticia

Mes
Año
Término de búsqueda

Foto de Concurso Leer a Martí. Memorias Edición 2003. La inteligencia

Concurso Leer a Martí. Memorias Edición 2003. La inteligencia

7/3/2021
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Lean este relato muy bonito que hizo un niño de 10 años de 5º grado y de la provincia de Las Tunas, ganador en el año 2003.

La inteligencia vale más que la fuerza

Por Gabriel Hill Pérez

Yo soy un niño pequeño de tamaño, aunque curso el 5º grado en una escuelita pequeña del pueblo de Cascarero perteneciente al municipio Jesús Menéndez en Las Tunas, soy hijo de campesinos que cultivan arroz y con ello ayudan al país. Un día mi papá me dijo que tenía que ir a picar arroz y que si me portaba bien en la escuela y no tenía dificultad en las clases me iba a llevar para que lo ayudara. Qué feliz me sentí, pues compartiría con él no sólo el trabajo, sino el contacto con la naturaleza. Esperaba ansioso ese día y por fin llegó. Me levanté ansioso, me vestí de campesino y partimos para aprovechar la fresca, llegamos al río y comenzamos a picar y picar, ya teníamos gran cantidad del campo picado cuando salió el sol y con él un grupo de totíes que venían ansiosos a comer el fruto de nuestro trabajo. Cuando mi papá vio esto se desesperó y comenzó a hacer gran alboroto, y a tirarles piedras, pero ellos seguían ahí. –Dale, tírale que nos comen el arroz- me decía mi papá. Yo comencé a tirarles, pero estábamos tan cansados que no le dábamos a ninguno, mi papá se ponía más bravo y yo, preocupado, tiraba y tiraba, de pronto sentí que alguien me halaba el pantalón por detrás, miré, era un pequeño hombrecillo que me miraba serio y me decía:

-Niño, usa tu inteligencia que vale más que la fuerza

-Bravo- le dije. Déjame enano, que nos comen el arroz

Él con mucha calma me dijo:

-Mira, yo soy Meñique, te aconsejo que hagas un espantapájaros u verás que te dará más resultado, recuerda que vale más la inteligencia que la fuerza

-Espantapájaros, ni espantapájaros- le respondí

-Hazlo- me dijo-, y luego verás si tengo o no razón

Se lo dije a mi papá y él se puso más bravo, pensé que me comería

Meñique y yo hicimos como pudimos un espantapájaros y lo pusimos en el medio del campo. Al rato los totíes se habían ido y mi papá me dijo: -Viste, se fueron- pero al mirar para el medio del campo vio el espantapájaros - ¿Qué es eso? – preguntó

-Lo hicimos Meñique y yo y fue lo que dio la solución

Él emocionado me dijo: - ¿Dónde está?, hay que felicitarlo

Pero Meñique se había ido dejándonos la enseñanza.