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Programa Nacional por la Lectura. Jornada por el Día del Libro Cubano. Reseña del libro “Palomar”.
27/3/2021
Por: Ana Laura Escalona Díaz , Biblioteca Nacional José Martí
Las niñas y los niños deben conocer desde temprano quienes son las autoras y autores que han dejado una huella importante en la literatura infantil de su país. De esta forma, su cultura general se consolida y pueden valorar nuevas lecturas que se les presentan a partir de referentes con gran trayectoria. En este sentido, para las y los cubanos Dora Alonso es un nombre que sobresale y que se debe tener en cuenta. La madre de Pelusín del Monte, de El Caballito Enano, El Cochero Azul, Premio Nacional de Literatura (1988), ha conquistado generaciones a lo largo de los años. Su extensa narrativa, cargada de emociones y sencillez se desarrolla en diferentes estilos. Así, escribió obras de teatro, novelas, guiones para televisión y poesía.
“Palomar” es una de sus obras líricas, editada por Gente Nueva en 1989. En ella se pueden encontrar breves poemas que hace reír y soñar, a la vez que permiten a las más pequeñas y pequeños conocer nuevas palabras y enseñanzas. Su poesía se distribuye en cuatro secciones: Jardín, Corral de ponies, Juguetería y Mar cubano. En cada una de ellas la naturaleza está presente, así como, la magia y la ingenuidad de la infancia. Su musicalidad y belleza permiten conocer sobre flores, números y hasta los días de la semana, de manera divertida e inspiradora. Este libro se acompaña de las ilustraciones de Rosa Salgado las cuales complementan con igual delicadeza y gracia las letras de la autora.
Este poemario es un excelente ejemplar para acercar a las y los pequeños lectores al disfrute de la lírica. El juego de palabras y de onomatopeyas que portan alguno de sus poemas propicia la repetición, la diversión y la memorización. Este título invita a toda la familia a liberar la imaginación y celebrar los encantos de la naturaleza cubana.
“Mi pañoleta voló
hasta la Sierra Maestra.
Fue a saludar al Turquino
y allí quedó de bandera
junto a los montes cubanos,
entre el sinsonte y la ceiba”.