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Foto de Homenaje. Olguita Vega es hoy El Nombre de la Rosa.

Homenaje. Olguita Vega es hoy El Nombre de la Rosa.

12/7/2022
Por: Carlos Manuel Valenciaga, Biblioteca Nacional José Martí

Compartimos este texto de Carlos Manuel Valenciaga, especialista de la sala de Colección Cubana , quien con sus bellas  palabras traslada el sentir de muchos por Olga Vega García, fallecida este 12 de julio de 2022.

Se nos fue hoy Olga Vega García (1948-2022) . Su amor por el amor no pudo superar la pérdida cercana de su esposo. Con ella se fue un ser humano maternal y hondo que no escatimaba tiempo ni escondía ideas para que otros crecieran también a su luz. En la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí deja una obra tan gigante como ella, allí están cariñosamente a su mano las tesis de licenciatura de muchos estudiantes y trabajadores que hoy muestran ya el orgullo de un Diplomado, una Maestría o un Doctorado y siguen sin olvidar a Olguita como todos cercanamente la llamábamos. 

¿Cuánto conocimiento se llevó?, ¿cuánta humanidad?, ¿cuántos deseo de seguir haciendo? Es una pérdida donde aquello de que no somos imprescindibles no es verdad: Libros raros y Valiosos es Olguita y Olguita será siempre Libros Raros y Valiosos.

La recordamos en su máquina de escritorio hablando de Kike y de Kikín y escribiendo sin parar todo ese caudal que nos dejó en Tesoros de Librínsula y que hace tiempo necesita un libro que deje descansar toda la sabiduría que allí hay derramada sin que ningún imponderable digital lo haga desaparecer porque eso es único.

Allí labraba sus días económicos difíciles de un momento de su vida, y encontrando un pan tostable como ella decía o cociendo en su máquina para algunos kilitos más, creaba sin parar y dirigía un Departamento inmenso y querido de su Biblioteca Nacional. De allí la vimos salir miles de veces ya casi sin poder para ir a las provincias y dejar su experiencia en las bibliotecas públicas. 

Allí cuando las piernas ya no la dejaban ascender a Manuscritos nos pedía que buscáramos un libro y nos decía de memoria su color, forma y el lugar donde se ubicaba si es que por el título y su catalogación no lo encontrábamos en aquel laberinto donde El Nombre de la Rosa solo lo sabía ella.  Así era la albacea de cada cosa valiosa de la biblioteca porque poner algo en manos de Olguita era confianza extrema de su cuidado y permanencia.   Por eso ella trascendió ese marco pequeño de su aposento que si bien raro y valioso lo hacía acogedor para arropar a sus pupilos que poco a poco iba convirtiendo en sus hijos a quienes buscaba para leerle sus artículos como si uno pudiera enmendar algo a su sapiencia honda y a quienes llamaba casi cada día por teléfono para hablar de lo humano y lo divino.

No había días en el que tantas personas no la buscaran con las más inesperadas solicitudes o búsquedas y ella era una respuesta para todo. Ya en su casa es estos últimos años el teléfono y el WhatsApp eran obligados para poder ayudar a muchos usuarios de su Colección Cubana a los que solo ella podía decir lo que buscaban.  

Olguita será siempre peculiar, sin parecido, única, de esas personas que dejan espacios sin tiempo para llenar de nuevo y será inolvidable para los que la queremos sin otro interés que tener su amor inmenso, ese mismo que la hizo partir hoy a acompañar a su esposo. Donde quiera que esté ¡Olgui te queremos!.

Desde las raíces de la Bibliotecología y las bibliotecas cubanas que ayudó en mucho a construir para servir llegué nuestro pésame y la voluntad de recorrer una y otra vez su camino para bien del Mochuelo de Minerva como gustaba que le llamara a la hora de hacer por darle voz a sus libros raros y valiosos.