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Foto de Una sombra bienhechora para el saber genuino

Una sombra bienhechora para el saber genuino

27/3/2023
Por: Amado René del Pino Estenóz, Biblioteca Nacional José Martí

Entre la programación cultural de Biblioteca Nacional de Cuba José Martí (BNCJM) —con presencia cada vez más sostenida en nuestros medios de difusión— ha sobresalido en los años recientes un espacio de promoción e intercambio profesional: Sobre una Palma escrita. Gracias a la labor creativa y meticulosa de los especialistas de Sala Cubana, este espacio ha ido consolidando su autoridad dentro del ámbito letrado.  La frecuencia trimestral de la Palma a lo largo de diez años (2013-2023) ha permitido que las sucesivas convocatorias del espacio generen amplia expectación entre los usuarios y visitantes asiduos a la Catedral de la cultura insular.

Han sido prácticamente nulos los temas historiográficos y las disciplinas humanísticas que no hayan tenido su hora en la programación de la Palma. Tanto la crítica literaria, la iconología, los estudios sociopolíticos, la historia del deporte, la antropología visual, la numismática, la traducción y la culinaria han estado presentes en el espacio de excelencia de Sala Cubana. Cada una de estas conferencias —en las que han predominado la claridad expositiva y la virtud didáctica— han ofrecido una arista de valor dentro del conglomerado de procesos y manifestaciones que forman parte del acontecimiento cultural. 

Sin reclamar prebendas ni protagonismos, los especialistas de la Sala Cubana han sido parte esencial de la Palma. Esa noble y exigente tarea de exponer en escasos minutos las colecciones de la BNCJM que dialogan con la temática abordada, ha sido cada vez más apreciada por el público y los organizadores. Producto de dicha dinámica de presentación han visto la luz invaluables colecciones documentales pertenecientes a las más disímiles áreas: manuscritos, mapoteca, grabados, fototeca, raros y valiosos, folletería y prensa valiosa extranjera. A partir de un fogonazo informativo aportado por la Palma se han multiplicado los servicios bibliográficos de la institución, a la vez que se han fraguado colaboraciones académicas y proyectos editoriales. 

Como mismo la canción de El Mayor que inspirara el nombre del espacio, tiene «nombre y apellido» —el admirado patriota Ignacio Agramonte—; son fáciles de identificar las personas que han encauzado su sapiencia y pasión profesional en la óptima realización de la Palma: tanto Araceli García Carranza, con su memoria prodigiosa y generosidad sin coto; como Rafael Acosta de Arriba, cuya erudición ha corrido a la par de sus dotes de comunicador; y Carlos Manuel Valenciaga Díaz, el fundador y animador por antonomasia de estas sesiones del conocimiento.

Cuando la Palma haya arribado a su primera década de existencia el miércoles 29 de marzo de 2023, sin renunciar al regocijo y la satisfacción colectiva, quedarán muchos desafíos a tener en cuenta por parte de los hacedores del espacio. Que, a lo largo de este período de nuestra historia cultural, la Sala Cubana haya estado a la altura de su prestigio y responsabilidad es la confirmación aleccionadora de nuestro empeño en preservar la sabia memoria de nuestros antepasados.