De la historia contada por las revistas cubanas de los sesenta. Antonio Núñez Jiménez, el director de la revista INRA

24/4/2023
Por: Vilma N. Ponce Suárez, Biblioteca Nacional José Martí

La prensa nacional generó gran expectativa al anunciar en sus ediciones del 16 y 17 de enero de 1960 la circulación en La Habana de una nueva revista, que llegaría a todas las provincias del país y al continente americano. Con el nombre de “INRA”, siglas del Instituto Nacional de Reforma Agraria, la publicación tendría el propósito de divulgar “(…) la obra del Gobierno revolucionario y las realizaciones de la Reforma Agraria, piedra angular de la Revolución y aspiración de todos los campesinos del continente. (1).  

Los textos que daban la noticia destacaban que el máximo inspirador y orientador de la publicación era el líder de la Revolución y presidente del INRA, el Dr. Fidel Castro Ruz; mientras que su director sería el Dr. Antonio Núñez Jiménez, capitán del Ejército Rebelde y destacado espeleólogo, quien fungía en ese momento como Director Ejecutivo de dicho instituto. 

En la “Bio-bibliografía de Antonio Núñez Jiménez”, elaborada por Israel Hecheverría, Luisa Fernández Molina y Roxana Villalba Rojas, se aprecia la intensa actividad periodística que desarrolló Antonio Núñez Jiménez desde 1941. Además de sus numerosas colaboraciones en diversas publicaciones periódicas participó en la creación del periódico histórico “Antigüedades”, la “Revista de la Sociedad Científica de Espeleología”, e “Islas”, de la Universidad Central de Las Villas, entre otros (2). De manera que al asumir la dirección de “INRA” poseía una vasta experiencia en la divulgación científica y cultural por estos medios de comunicación.

“INRA” se distinguió por ser una revista ilustrada, con preponderancia de la fotografía, al estilo de la estadounidense “LIFE”, pero también continuó una tradición sostenida antes por publicaciones cubanas como “El Fígaro”, “Social”, “Bohemia” y “Carteles”. Del mismo modo, en los sesenta existían “El Mundo” y “Revolución” que se caracterizaban por la inclusión de imágenes. Para Núñez Jiménez, autor de la mayoría de las fotografías de su libro de texto “Geografía de Cuba” (1954), estas constituían junto a los mapas “(…) verdaderas ampliaciones esclarecedoras y fáciles vehículos de enseñanza visual” (3).  Así, él supo aprovechar de forma conveniente a los fines de la revista “INRA” los conocimientos sobre fotografía de un grupo de entusiastas y creativos fotógrafos, provenientes la mayoría del diario “Revolución”, quienes estuvieron dirigidos por el talentoso Raúl Corrales. De esa forma en sus páginas se conservaron para la historia muchas instantáneas de aquellos años, algunas de las cuales ya no existen en su soporte original.

Núñez Jiménez resultó uno de los autores más productivos de “INRA”, con quince trabajos publicados, varios de estos relacionados con sus estudios espeleológicos e históricos. De su autoría fueron: “La gruta liberadora”, en el que se refirió a momentos de la historia en los que las cuevas fueron refugio de indios, esclavos fugitivos y mambises, mientras enfrentaban a las clases dominantes (4). En “El mural de la prehistoria”, relató la visita de Fidel a la Sierra de los Órganos, donde surgió la idea de fundar el Museo de la Prehistoria, a partir de los restos fósiles encontrados en el lugar (5). Allí nació también la propuesta de pintar en la montaña un mural gigante alegórico a ese tema, lo que se adaptaría a los proyectos turísticos que existían para esa zona. En “La caverna del Sol” reveló el descubrimiento de un templo aborigen en una gruta de La Habana; (6) mientras que, en “La cueva de Bellamar”, se comentó la historia y características de ese hermoso paraje de la provincia de Matanzas .(7) 

Otra de las responsabilidades que tuvo Núñez Jiménez entre 1960 y 1961 fue la dirección de la Escuela Revolucionaria de Artillería para Milicianos. De esa experiencia quedó constancia en su reportaje “Cómo se forja un artillero del pueblo”. Una de las fotos tomadas por Raúl Corrales durante las prácticas militares fue utilizada como portada del segundo número del año 1961 (8) .  Dicha academia volvió a ser noticia en la edición de abril, cuando con el sugerente título “Se casan los artilleros” se anunció la realización de matrimonios colectivos entre los milicianos (9).  

En 1960, Núñez Jiménez fue designado Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la primera delegación oficial cubana que visitó a la Unión Soviética, la República Popular de Polonia, Checoslovaquia y la República Democrática Alemana. Era una misión comercial cuyos resultados favorables para Cuba fueron compartidos con los lectores de “INRA” en el número de agosto de 1960. En el reportaje “De un viaje por los países socialistas” se indicaba que, a partir del crédito de 100 millones de pesos otorgado por el Gobierno soviético, y los contratos firmados en esos encuentros, se impulsaría de manera significativa la industrialización del país. Las fotografías del recorrido, donde se apreciaban los éxitos económicos, sociales y culturales alcanzados en esos países, constituían el futuro soñado por los dirigentes cubanos para su pueblo (10). 

Otro de los viajes realizados por Núñez Jiménez en esa etapa, como jefe de la misión oficial del Gobierno revolucionario, fue a la República de Guinea, país que había alcanzado su independencia de Francia en 1958. Sobre la bienvenida que le brindara el presidente Sékou Touré y su pueblo escribió el reportaje: “Guinea: amanecer de la tierra negra”. En ese trabajo, no solo reflejó momentos relevantes de su conversación con el gobernante, sino también, dada su condición de geógrafo e interés por la Antropología y la Etnología, aportó datos de su geografía, población, clima y costumbres. De gran belleza fueron las fotografías de Raúl Corrales que ilustraron sus palabras, algunas a color y del tamaño de la página (11).  

En la revista “INRA” quedaron reflejados las transformaciones económicas y socioculturales, así como, acontecimientos significativos de los años 1960-1962, analizados desde la perspectiva del Gobierno Revolucionario. Entre estos últimos estuvo la aprobación por el pueblo de la primera y segunda Declaración de La Habana, la explosión del vapor La Coubre, la victoria de Playa Girón, la Campaña de Alfabetización y el primer Congreso de Escritores y Artistas Cubanos. 

En las páginas de “INRA” se intuye el amor que sentía Antonio Núñez Jiménez por la geografía nacional y su entusiasmo ante los cambios favorables que producían las medidas revolucionarias en la vida de los campesinos. Por ello, divulgó sus resultados científicos utilizando un lenguaje asequible al pueblo. Sus textos reveladores de las bellezas naturales de la Isla tenían también un marcado interés por incentivar el turismo de naturaleza, en bien del desarrollo económico del país. Sueño conservado por muchos años, desde la época que escribió “Posibilidades para el desarrollo del turismo en Pinar del Río”, por el que obtuviera el premio “Sociedad Geográfica de Cuba”, en la Universidad de La Habana, en 1951.

 Foto de Portada  Fotografía de Raúl Corrales, donde aparece el Dr. Antonio Núñez Jiménez. Corresponde al reportaje “La Caverna del Sol”, de Núñez Jiménez, A. INRA, marzo 1961.