En ocasión del Día del Medio Ambiente. De la historia contada por las revistas cubanas de los sesenta. Nuestra hermosa Isla: sus cuevas

5/6/2020
Por: Vilma N. Ponce Suárez, Biblioteca Nacional José Martí

El juego de luces y sombras en el interior de la profunda gruta ubicada en las inmediaciones de La Habana impresionó al eminente espeleólogo Antonio Núñez Jiménez y a sus colegas. La Cueva García Robiou, nombre otorgado en homenaje al arqueólogo recientemente fallecido, les revelaba sus secretos. En el artículo “La Caverna del Sol”, publicado en INRA (marzo 1961), Núñez Jiménez describió esta caverna como “(…) un templo aborigen subterráneo de paredes adornadas con pictografías de colores rojo y negro” ¿Por qué el autor no indicó el lugar exacto donde se encontraba la cueva? No fue por olvido, lo hizo con toda intención. Las fotografías de Raúl Corrales descubrían no solo la belleza del lugar y los dibujos rupestres, sino también, mostraban letreros, nombres, fechas y pinturas trazados por el hombre moderno. Parte de la historia y del ecosistema natural de la caverna fueron dañados para siempre. La crónica y sus imágenes provocan sentimientos de admiración por nuestra geografía; y, al mismo tiempo, nos alertan sobre la necesidad de su cuidado y protección.