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Foto de De la historia contada por las revistas cubanas de los sesenta. “El benefactor de la humanidad”

De la historia contada por las revistas cubanas de los sesenta. “El benefactor de la humanidad”

14/8/2020
Por: Hilda Pérez Sousa, Biblioteca Nacional José Martí

Los cubanos nos sentimos orgullosos cuando se habla de la medicina cubana.  En las páginas de gloria de esta pequeña Isla antillana desde el siglo XIX ya existían grandes médicos al servicio de la humanidad: Nicolás José Gutiérrez Hernández, Tomás Romay, Carlos J. Finlay entre otros.

A este último el importante periodista e investigador Salvador Bueno, lo trajo a colación en la sección “Los Fundadores” de la revista Cuba que tuvo el propósito de abordar aspectos de la vida y obra de algunas de las personalidades más relevante de la historia patria. Bueno ya era el responsable de la sección “Figuras cubanas”, de Bohemia.

La crónica “Finlay vencedor de la fiebre amarilla” aparece en la edición de septiembre de 1965 y se publica en homenaje al cincuentenario de su desaparición física.  Incluye fotos y documentos relacionados con el sabio, la repercusión de sus aportes y la persistencia en las investigaciones que corroboraron que el trasmisor de la fiebre amarilla era un tipo de mosquito de las zonas tropicales. Este descubrimiento lo hizo público el 14 de agosto de 1881 en el Salón de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana.  Sin embargo, tuvieron que pasar cerca de veinte años para convencer a colegas y autoridades sanitarias de la certeza de su teoría. Entonces comenzarían las labores de higienización en las diferentes zonas tropicales del mundo para las cuales formuló las reglas básicas higiénicos–sanitarias que llevaban a la erradicación del vector, y que hoy conocemos como la lucha antivectorial, que aún sigue en práctica en nuestro país. Se comenzó a reconocer sus estudios e investigaciones y recibió varios reconocimientos de célebres instituciones de todo el mundo, a pesar de que el comandante Walter Reed apoyado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos tratara de arrebatarle su gloria. 

Agosto es el mes que el sabio cubano da a conocer el descubrimiento sobre el agente transmisor de la fiebre amarilla, es también el mes de su partida física a la edad de 81 años en 1915.  El hombre que logró el control de una enfermedad que era considerada como azote de los trópicos. Por este descubrimiento trascendental, el sabio cubano es considerado justamente como un benefactor de la humanidad . 

Hoy su nombre honra al Instituto dedicado a la investigación y producción de vacunas  humanas, el cual ha sido merecedor del prestigio y reconocimiento a nivel internacional.