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Foto de Mi Biblioteca en Verano. Reseña del cuento Meñique, versión original de José Martí,  publicada en La Edad de Oro

Mi Biblioteca en Verano. Reseña del cuento Meñique, versión original de José Martí, publicada en La Edad de Oro

16/8/2020
Por: Maribel Duarte González, Biblioteca Nacional José Martí

Hoy continuamos conociendo la obra de José Martí, el héroe nacional  de Cuba. Les presentamos Meñique, personaje literario que da título a un cuento publicado por José Martí en la revista redactada íntegramente por él, La Edad de Oro, publicada en New York durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre de en 1889. 

Se trata de un cuento de magia, donde se relata la historia del sabichoso Meñique, y se ve que el saber vale más que la fuerza”, según anota el autor de esta adaptación “del francés‚ de Edouard René Lefebvre de Laboulaye”. Aparece el cuento en el primer número de la Revista.

El cuento le enseña a los niños, con la actuación de Meñique, cómo conducirse mejor en la vida: cumplir la palabra, ser modestos, bondadosos, corteses, valientes, tener buen carácter, que no siempre la fuerza sirve más que la inteligencia.

Así comienza  el cuento…

En un país muy extraño vivió hace mucho tiempo un campesino que tenía tres hijos: Pedro, Pablo y Juancito. Pedro era gordo y grande, de cara colorada y de pocas entendederas; Pablo era canijo y paliducho, lleno de envidias y de celos; Juancito era lindo como una mujer, y más ligero que un resorte, pero tan chiquitín que se podía esconder en una bota de su padre. Nadie le decía Juan sino Meñique.

Cerca, el rey de ese país tenía su castillo, pero estaba totalmente oscuro desde que le brotó un árbol encantado cuyas ramas se multiplicaban con solo cortarle una. En el palacio tampoco había agua. El rey prometió riquezas y casar a su hija con quien cortara el árbol y cavara un pozo.

En la parte final  de este cuento se reflejó  una gran enseñanza para los niños y jóvenes  lectores de La Edad de Oro,  al hacerse la siguiente reflexión en torno a lo que significaba ser bueno: “Bueno tenía que ser un hombre de ingenio grande, porque el que  es estúpido no es bueno, y el que es bueno no es estúpido. Tener talento es tener buen corazón, el que tiene buen corazón, ése es el que tiene talento. Todos los pícaros son tontos. Los buenos son los que ganan a la larga…


Foto de  La Edad de Oro La Edad de Oro