Apoyo a los bibliotecarios, desde el Concurso Leer a Martí.

22/8/2020
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Hoy Alina una niña ganadora del Concurso Leer a Martí del año 2003 apoya a los bibliotecarios en este juicio que le hace a la Polilla que se come los libros, ella, su autora tenía 10 años en aquel momento,  estaba en 5to grado y concursó por su provincia de Camagüey. Seguro les va a gustar.

Juicio a la Polilla

Alina Torres Cossío

Estando en la biblioteca me acordé de que la bibliotecaria había orientado el concurso LEER A MARTÍ y me dirigí al estante donde se encuentra el libro La Edad de Oro. Al tomarlo para leerlo sentí como si algo se moviera en su interior y… ¡cuál no sería mi sorpresa al abrirlo! Pues hablaba una polilla muy gorda y tragona a la que le estaban celebrando un juicio. El presidente de la sala era Meñique, al que por su inteligencia y talento le habían asignado dicha responsabilidad. El secretario era el gigante y le decía a cada instante a Meñique:

-Mándela a matar su señoría, que yo acabaría con ella. Los demás personajes de los diferentes cuentos de La Edad de Oro eran los testigos, se encontraban entre ellos: Raúl, Bebé, Loppi, Pilar, el camarón encantado, en fin, estaban todos los personajes del libro

En eso se oyeron unos toques muy fuertes en la mesa, era el presidente de la sala pidiendo silencio para comenzar, poco a poco todos los testigos fueron hablando del daño que les causaba la polilla a los libros de la biblioteca y en particular al escrito por un hombre inolvidable, valiente e inteligente que se llamó José Martí quien lo dedicó especialmente a los niños que tanto quiso

El presidente dio la palabra a la comilona y ella planteó que tenía que alimentarse y que aquel libro era enteramente de su gusto. El secretario continuaba diciendo ¿quiere que le corte la cabeza señoría? En eso Meñique contestó ¡no!, voy a dictar sentencia, y parándose de su silla leyó lo siguiente:

Por su comer desmedido

Le voy a dar un castigo,

Mas no cuente usted conmigo

Para llenarse, tragona,

Que usted no piensa en las personas

Que puede perjudicar,

Y por eso irá a parar

A un cesto por comilona.