Dos Curiosas ediciones ilustradas de la Vida y hechos del Ingenioso Cavallero don Quixote de la Mancha producidas en la decimoséptima centuria

29/9/2020
Por: Olga Vega García, Biblioteca Nacional José Martí

En homenaje al genial Miguel de Cervantes Saavedra, nacido en Alcalá de Henares un 29 de septiembre de 1547 se ha decidido divulgar algunas de las ediciones más importantes conservadas en el depósito de Fondos Raros y Valiosos de la BNCJM reeditando anteriores artículos que resultan desconocidos para los actuales lectores en tiempos de pandemia. 

Dos títulos de los más antiguos son los siguientes:

• Vida y hechos del ingenioso cavallero don Quixote de la Mancha, en dos volúmenes, nueva edición corregida e ilustrada con 32 estampas por la Casa de Geronymo y Juan Bautista Verdussen, en Amberes, 1673. 

• La segunda parte de esta edición se publicó en 1672: Vida y hechos del ingenioso cavallero don Quixote de la Mancha, nueva edición corregida e ilustrada por Juan Bautista Verdussen, en Amberes, 1697, también dispuesta en dos volúmenes e ilustrada con marcas tipográficas en las portadas que difieren de la de la edición de 1673 y varían de una parte a la otra. 

Ambos están ilustradas con frontispicios, viñetas y hojas de grabados en metal, algunas firmadas por F. Bouttats, y ostentan marca tipográfica en su portada. De hecho, hay contradicción en los sitios en Internet consultados por cuando indistintamente consignan como grabador a Frederik (ca.1620-ca.1676) o a Philibert (ca.1650-ca.1722), pero existen referencias de que el material ilustrativo se basa en originalmente en la obra de Jacob Savery [i.e. Jacob Savery III (1617-1666)]. Al igual que en muchísimos libros ilustrados de aquel entonces, el plagio o las apropiaciones sin mencionar su fuente eran muy comunes y así se mantuvieron posteriormente. 

En todos los casos no se cuestiona su antigüedad como producciones pertenecientes al siglo XVII. Todo parece indicar que los originales son en efecto de Savery, natural de Amsterdam, editor y grabador en metal. Por su parte Frederik Bouttats, el Joven, fue un importante grabador en Amberes, padre de Philibert Bouttats, y por supuesto los grabados se pasaron de uno a otro dentro del propio taller. 

En esa iconografía ya se reconocen perfectamente al “hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor” que vivía en un lugar de la Mancha y a su escudero Sancho Panza, a pesar de las variaciones que diferentes técnicas de grabado, maestría de los ilustradores y estilos de cada época van adicionando con el transcurso de los siglos.

Como editores se consignan los nombres de Gerónimo [i.e. Hieronimus III (1620-1687)] y Juan Bautista [i.e. Ian Baptist (1625-1689)], hijos de Hieronimus II. Como puede observarse, todo ello fue realizado en el taller de los Verdussen, en Amberes (actualmente ciudad de Bélgica), que jugó un papel importantísimo dentro de la historia del libro antiguo por cuanto en los siglos XVI y XVII se dedicó a la reproducción de obras significativas, algunas escritas en lengua castellana. Como tantos otros editores, constituían una extensa dinastía que legaba de padres a hijos su fama más allá de las fronteras. 

Las marcas tipográficas difieren: por un lado está la del león, que aparece en una de las portadas; y por el otro, la del ave alimentando a su pichón, lo cual constituye una práctica frecuente en este tipo de ediciones provenientes de una misma editorial en distintos tiempos. Los tipos móviles empleados facilitan la lectura y el español en formación aumenta su encanto. Véase, por ejemplo, el célebre pasaje del encuentro del hidalgo con los molinos de viento. 

Cuenta con una tabla de contenido que ayuda considerablemente en la ubicación de los pasajes que se desean localizar, al igual que en los libros modernos. 

Está considerada como rara edición en el mercado de anticuarios, aunque hay que tener en cuenta que el precio de los ejemplares de que se disponen en BNCJM es a todas luces mucho menor que los que se hallan en venta en librerías o aparecen en anuncios de subastas, por cuanto en todos los volúmenes los márgenes aparecen cortados por anteriores reparaciones, hay páginas laminadas que impiden en ocasiones la lectura de los textos y estampas, están encuadernados en pergamoide, en fin, que su valor se centra en que son originales de época, aunque muy manoseados por una cantidad incalculable de lectores y sometidos a factores físicos, químicos y biológicos durante décadas. 

Por supuesto, el hecho de que estén muy deteriorados es un punto a su favor por cuanto demuestra que eran lecturas gustadas por las personas que podían adquirirlos por alguna vía. Luego fueron pasando de generación tras generación hasta llegar a su último propietario, y finalmente a los depósitos de la Biblioteca Nacional de Cuba, donde se guardan como parte de las curiosidades que se relacionan con una emblemática personalidad de las letras hispanas. 

En resumen, el objetivo de este nuevo artículo de Tesoros no es ahondar en la figura del Manco de Lepanto y su inmortal obra literaria, debido a que son innumerables los documentos de todo tipo existentes sobre esos temas, sino destacar el hecho de que en esta pequeña isla del Caribe se guardan ejemplares de ediciones del Quijote, que se divulgan periódicamente para que las diferentes categorías de lectores profundicen en detalles que no siempre son conocidos por ellos y que reafirman lo antes expuesto en otros números de esta publicación. Son libros antiguos que están en Cuba, curiosos, raros y preciosos, y que forman parte del patrimonio bibliográfico de la nación.