Concurso Leer a Martí 2000. La Edad de Oro, una obra inigualable.

10/10/2020
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Lean que bonito relato hizo una niña con tan solo 9 años estando en 5to grado y de la provincia de Villa Clara, fue ganadora del Concurso Leer a Martí en el año 2000

(Desde pequeñita recitaba…)

Daima Perdomo Espinosa

Desde pequeñita recitaba ´´La bailarina española´´, y con mucha curiosidad le preguntaba a mamá quién era ella. –La Bella Otero, hija. Cuentan que alguien cercano a Martí le oyó decir: ´´ ¡es divina! ´´ .

Así puedo seguir recordando: qué bandera le interrumpía su paso, cómo era la capa y más de una vez me puse un sombrero y estiraba mi orejita cuando llegaba el verso: ´´y como nieve la oreja´´ . No se me olvida que también usé unos tacones para hacer sonar el tablado. Así fue entrando en la obra martiana.

Cuando ya sabía leer disfruté de ´´La perla de la mora´´ y rechacé el gesto tan ingrato del desprecio sin reconocer el verdadero valor de las cosas.

El relato de Meñique me gustó tanto que a menudo lo vuelvo a leer. Busco en este pequeñín toda la fuerza de su inteligencia para poder triunfar y llevo la enseñanza de que la sabiduría es superior a la fuerza.

Me sigue acompañando La Edad de Oro, porque como niña que soy leo y estudio para poder conversar con mis amigos de otros temas que no sean las diversiones y las modas.

Fue Martí quien me dio la 1ra clase de Historia y me presentó a los héroes de la independencia americana, también supe de Homero y de la historia de Grecia.

Este hombre de La Edad de Oro me enseña las cualidades del hombre verdadero de hoy: el que nos canta guerras de pueblos contra pueblos, de hombres contra hombres; el que aconseja para que los hombres se quieran bien y el que critica a los que quieren quitarles la libertad a otros hombres y obligan a otros pueblos a obedecerles. Los hombres que van haciendo mal quitándole a otros pueblos sus tierras, Martí los denomina ¡criminales!

No me gusta ser como Nene, porque Nene no tenía mamá, y las niñas sin mamá son tristes, pero además a Nene no le gustaba compartir sus dulces, ni hacer las lecciones. Me gusta más parecerme a Piedad para conversar con mi muñequita, peinarla y llevarla de paseo, aunque mamá diga que es fea.

Quisiera un día encontrarme con Masicas y convencerla de que la ambición hace infeliz a los hombres; pero también me gustaría decirle a Loppi que la cobardía ante una esposa tan brava perjudica.

No fueron ´´Los zapaticos de rosa´´ las estrofas que más recité, pero sí simpatizo con Pilar: bondadosa con los pobres, desprendida, sensible y capaz de ofrecer todo lo suyo.

Cuando escribo a este concurso también estoy haciendo lo que me pidió Martí que quería que los niños escribieran todo lo que sabían y que organizaría una competencia para premiar al que fuera sincero y enviara un trabajo que se supiera que era suyo de verdad.

Yo escribí lo que sabía de La Edad de Oro y juro decir verdad porque también puedo conversar sobre estas páginas.