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Foto de Concurso Leer a Martí 2000. La amistad

Concurso Leer a Martí 2000. La amistad

24/10/2020
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Hoy le presentamos esta hermosa obra escrita por una joven de 17 años y que fue ganadora del Concurso Leer a Martí en el año 2000 y pertenece a la provincia de Guantánamo, se encontraba en preuniversitario. 

La amistad: el mejor regalo

Yasmina López Rivera

“La amistad, no es el simple hecho de saciar al corazón de la pureza del amor que le es confiado: es dar, y ser útil ciegamente, y encontrar en la ayuda brindada el placer del sacrificio”.

Cuando leo a Martí, mis pensamientos se pierden entre sus obras en busca de sus más tiernas palabras. He leído gran parte de sus escritos, mas, en mi joven corazón entusiasta, se han grabado con más fuerza, las cartas de Martí de carácter personal a su gran amigo mexicano Manuel Mercado, las cuales se hayan de forma explícita en el epistolario de las Obras Completas de José Martí. Inevitablemente no puedo dar continuación a esta redacción sin tomar como base inicial la carta de Martí a Mercado escrita en Guatemala el 26 de mayo de 1878.

Anteriormente pensaba que el concepto de amista variaba de generación en generación. Ahora reconozco que estaba equivocada. Estos 2 grandes amigos se hallaban unidos por un lazo fraternal resumido en ternura, agradecimiento, y respeto mutuo. Hoy, este sentimiento tan puro, que es asimilado de diferentes formas desde las personas más jóvenes hasta las más avanzadas en edad, recoge esas mismas características. Mi estimado Apóstol, ¡Hubiera sido para mí un gran honor ser merecedor de tan celeste y espontánea fortuna: tu amistad!

Muchas veces hemos dicho a alguien: tú eres mi único y gran amigo. ¿estaremos realmente en lo dicho? ¿o es un capricho del corazón en busca de un refugio? Para referirnos a una persona como el amigo ideal, no basta con que te comprenda, no es suficiente esto. Necesitas sufrir por sus desdichas, apoyarlo en sus desgracias, ser en su vida no sólo un aliento, sino la esperanza misma de sus suspiros. Porque desde mi punto de vista no es este sentimiento más que el consuelo de los que necesitan esperanza, es, junto a la persona estimada engrandecer el alma y ser útil nuevamente. Por supuesto, no es tarea fácil, pero mientras existan grandes corazones existirán grandes amistades

En mi verde caimán, la amistad cada día ocupa un eslabón más alto. Claro, muchas personas no saben protegerla como es debido. No es lo mismo un compañero que forma parte de nuestra vida, que un amigo sin el cual no podamos vivir. Martí no sólo influía grandemente en la vida de Manuel, sino que sufría también por sus dolencias. Esto se expresa claramente cuando conoce sobre la muerte de su hijo. El dolor del Maestro era capaz de abrazar el mismo sufrimiento del padre desdichado. Cuando me refiero a este padecer, estoy hablando de lealtad, de conciencia, de verdadera conexión amistosa

Dada la importancia de la última carta de Martí a Mercado, escrita el 18 de mayo de 1895, el día antes de su muerte en 2 Ríos, hago especial referencia a esta iniciando con una interrogante: ¿Cómo es posible que Martí, conociendo el peligro que corría su vida, hubiese dado eminente importancia a este escrito? Ya comprendo. Es que la gran amistad de ambos imposibilitaba al Maestro dejar de escribir sus últimas líneas desdichadas a Manuel. Ahora la situación era diferente. El dolor más intenso lo sufría Martí; y su amigo sería su apoyo. Me impresiona más aun esta seguridad del Apóstol al afirmar que la muerte no lo impactaba, mientras ese hermano suyo y su obligación con su país lo acompañaran

Para hablar de Martí como amigo, no debemos obviar los versos sencillos donde se refiere a un buen amigo como el vínculo de lealtad, más fuerte mil veces que la riqueza material más hermosa y deslumbrante: ´´yo tengo más que el leopardo, / porque tengo un buen amigo´´ 

Con las lecturas de estas cartas no sólo estoy ampliando mi concepto sobre lo que es este sentimiento, sino con esta redacción estoy convidando a todas las personas y a los jóvenes, fundamentalmente, a leerlas también. No para que quede sólo en sus pensamientos, sino para que se manifieste en ustedes mismos el pensamiento martiano, y sean capaces de engendrar el amor en una hermosa amistad. Con lo antes expuesto he tratado de demostrar algo muy importante: cultivar una gran amistad es tener un soporte donde fraguar la vida

Actualmente, nuestro país mantiene lazos de amistad con diferentes países, que contribuyen a crear verdaderas relaciones de hermandad. Es por eso que yo recomiendo al mundo entero y en específico a los cubanos, que sigan este ejemplo virtuoso entre nuestro Héroe Nacional y su hermano mexicano. Pero nunca sin olvidar que el verdadero amigo no se encuentra en un regalo perfecto, sino en el corazón. Ahora, puesto que acaricio la verdad como un tesoro ya comprendo por qué tú, Martí, también eres mi amigo; y es que siempre lo has sido, y de todos los cubanos que, como yo, se han adentrado en tu corazón latente.