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Foto de Concurso Leer a Martí 1998. Martí ama la naturaleza

Concurso Leer a Martí 1998. Martí ama la naturaleza

31/10/2020
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Este relato está muy bonito y fue escrito por una ganadora del Concurso Leer a Martí del año 1998, con 11 años y en 6to grado,  del Municipio de Plaza de la Habana.


Martí y la Naturaleza

Anet Fernández Besanilla

                                                       …´´lo bello donde está, en la salud, en el amor sincero, en el                       trabajo, en la fuerza, en la naturaleza´´ 23

JOSÉ MARTÍ


José Martí decía que ´´leer nutre´´ 24. Y yo me he sentido gratamente alimentada, como siempre, al leer algo de lo que él escribió, con el propósito de conocer más y más, su conducta ejemplar ante la patria, ante los seres humanos que amó tanto y antes las hermosas virtudes que deben poseer todos los hombres que ansían el bienestar, la prosperidad personal y la de sus semejantes. Y leyendo y leyendo, me encontré que, entre todas las cosas que Martí amaba y admiraba, estaba su devoción por la naturaleza, a la que dedicó muchos fragmentos bellísimos, los cuales transmiten conocimientos muy útiles y expresan sus sentimientos, sus estados de ánimo y sus sinceros deseos de despertar en los lectores, el mismo respeto y la misma abnegación que él sentía.

¡Martí consideraba que ´´! ¡El poema está en la naturaleza, madre de senos próvidos, esposa que jamás desama, oráculo que siempre responde, poeta de mil leguas, maga que hace entender lo que no dice, consoladora que fortifica y embalsama! 

El Apóstol, al referirse en una ocasión a Guatemala, el país que lo acogió con cariño, expresó: ´´Cuando nací, la naturaleza me dijo: ¡ama! Y mi corazón dijo: ¡agradece! ´´ 

Y yo creo que siempre se sintió obligado a agradecerle a la naturaleza, por toda la riqueza que ésta le brinda al hombre, y por la belleza que tienen los elementos que la forman; el paisaje tan variado y lleno de color, sus montañas, sus ríos, sus lagos, su rica y fecunda fauna y su abundante flora, representada por la sorprendente vegetación, que dan vida y fortaleza al cuerpo y recrean la vista y el alma humanas. Por tanto, es fácil comprender que todo lo que existe en la naturaleza le atraía, le fascinaba, le inspiraba. Martí opinaba que el único camino que propicia la prosperidad constante es el de aprovechar los elementos inagotables de la naturaleza, porque ésta ´´ no tiene celos, como los hombres. No tiene odios, ni miedo como los hombres. No cierra el paso a nadie, porque no teme a nadie´´ 27.  Y se sentía tan bien cuando se ponía en contacto con ella, que decía emocionado que, en la ciudad, al cerrar los ojos, se veía todo negro y que, en el campo al cerrar los ojos, se veía todo verde. Caracterizaba a la naturaleza como una fábrica universal que construía constantemente, sin detenerse un instante.

En los viajes que realizó por las tierras hispanoamericanas, tuvo la oportunidad, como buen observador que fue, de describir poéticamente su fauna, su flora, de elogiar la utilidad y perfección de sus minerales, de admirar y enumerar la gran cantidad de flores que existían; así como su aplicación, inclusive aquellas que tenían cualidades medicinales.

Manejó, con mucha habilidad y originalidad, el recurso poético de las comparaciones, entre los elementos de la naturaleza y las virtudes y defectos de los seres humanos.

Martí afirmaba que él amaba más ´´la naturaleza alrededor de la laguna, con su extenso horizonte, con su planicies fértiles´´  y también declaraba: ´´el arroyo de la sierra me complace más que el mar´´ 

A veces Martí comparaba las joyas que se ponían las damas, con frutos que no se dan en Cuba, por ser un país tropical, como cuando decían que las damas usaban ´´rubíes como nueces y por pendientes, ceñidos de 3 brillantes como avellanas´´ 

A Martí le impresionaba mucho la fuerza, la habilidad, el orgullo y la belleza de los animales que viven en la naturaleza. Por ejemplo, al hacer referencia al ave nacional guatemalteca, Martí decía asombrado: ´´Y, ¿cómo ha de haber nada malo donde hay un ave tan hermosa? Muy bella, porque no se dobla a nadie´´, 31 e insistía en que la tierra de Guatemala ostenta el quetzal que ´´es un pájaro arrogante, de plumaje esmeralda, de voz ronca, que muere de inmediato cuando se le apresa, o cuando la única pluma larga de su cola se rompe: no puede verse ni esclavo ni feo. Ese pájaro es el que figura en el escudo nacional de Guatemala´´.

Martí caracterizó elementos de la naturaleza como el sol, la mañana, la noche, así como le atribuía cualidades diferentes a los meses y a las estaciones del año.

Es imposible ilustrar con más ejemplos los numerosos momentos en los que Martí demostró su amor por la naturaleza, por el limitado espacio que he tenido que emplear en este trabajo. Para concluir, basta apuntar un precioso fragmento que tiene mucha relación con el profundo amor que sentía por la libertad: ´´! Yo quiero romper las jaulas a todas las aves; que la naturaleza siga su curso majestuoso, el cual el hombre en vez de mejorar, interrumpe; -que el ave vuele libre en su árbol; -y el ciervo salte libre en su bosque; -y el hombre ande libre en la humanidad! ´´