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120 Aniversario BNCJM- Remembranzas fotográficas: Personalidades del campo socialista en la Biblioteca Nacional José Martí
7/11/2020
Por: Mabiel Hidalgo Martínez, Biblioteca Nacional José Martí
Los lazos de colaboración cultural entre la Biblioteca Nacional José Martí, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y otros países del bloque socialista de Europa del Este, surgieron casi a la par de los inicios de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Moscú. Los vínculos con la hermana nación y el resto de los países socialistas de esa región -amén de la influencia en las esferas políticas y económicas- constituyeron un importante pilar para el desarrollo de la bibliotecología cubana.
Un primer acercamiento desde la imagen a dichas relaciones es la conferencia de la doctora María Teresa Freyre de Andrade en agosto de 1962, quien visitó ese año la entonces Biblioteca Lenin con el propósito de alcanzar asesoramiento y ayuda técnica. Al regreso de su viaje compartió con los trabajadores las impresiones de su visita a la principal biblioteca soviética. A partir de entonces arribaron a la institución delegaciones de países como Bulgaria, Hungría, Checoslovaquia, Rumania y la propia URSS.
El año 1964 fue crucial para el establecimiento de las relaciones políticas y comerciales con la Unión Soviética. La visita de Fidel Castro a esa nación, en el mes de enero, inició un camino de hermandad del que la Biblioteca Nacional José Martí ya formaba parte. Un año antes, en enero de 1963, la institución recibió la visita de la delegación soviética que acompañó al astronauta Pavel Popovich en su viaje a Cuba y celebró un acto de homenaje por el bicentenario de la primera historia eslavo-búlgara escrita por el monje Paisij de Hilendar, con la presencia de Dimitor Linkov, agregado cultural de Bulgaria en Cuba. También acogió una delegación de bibliotecarios soviéticos, checos y búlgaros, en marzo de 1963.
En los años setenta sobresalen las exposiciones de temáticas soviéticas en homenaje a líderes y poetas de esa nación. La BNJM le dedicó una exposición bibliográfica y fotográfica al centenario de Vladímir Ilich Lenin, líder de la revolución bolchevique, que recorrió la vida y obra del primer dirigente del Estado soviético y fundador del Partido Comunista.
Los años ochenta resultaron los más activos en cuanto a la presencia de los países socialistas en la Biblioteca. El historiador Julio Le Riverend, entones director de la institución, viabilizó el estrechamiento de las relaciones. Además, en esa década hubo un importante movimiento de formación y superación de bibliotecarios en los países socialistas europeos, con presencia de especialistas de la BNJM.
Sobresale entre los principales eventos, la firma de protocolo con la Biblioteca Lenin de Moscú, el 27 de febrero de 1981, que contó con la presencia del ministro de Cultura, doctor Armando Hart, el cineasta Julio García Espinosa, Olinta Ariosa, al frente de la Dirección General de Bibliotecas, el pedagogo y funcionario Raúl Ferrer, y otros directivos de Cultura y de la Biblioteca Nacional. Además, el 30 de junio de 1982 la BNJM se incorpora como miembro de la Asociación de Amistad Cubano Soviética (AACS), organización fundada en 1969 con el objetivo de estrechar los lazos de amistad entre las dos naciones.
El 21 de noviembre de 1983 se inauguró la Sala Eslávica en la Biblioteca Nacional, que tuvo como antecedente el servicio de préstamo externo de libros en lengua rusa que se realizaba en el departamento de Circulante y Extensión Bibliotecaria, desde los años setenta.
La visita del escritor soviético Yulián Semiónov, autor de “Diecisiete instantes de una primavera”, el 16 de febrero de 1984 también se ubica entre las actividades de mayor relieve por lo que significaba el autor para los lectores cubanos y para el mundo literario. Por entonces Semiónov recién había publicado su novela “La orden es sobrevivir” y se encontraba inmerso en tres novelas de la serie “Expansión”, que finalizaría en 1987.
Las fotografías reflejan cuán variadas fueron las actividades, las cuales abarcaron desde visitas, exposiciones, conferencias, donativos de libros, firmas de convenios de colaboración, así como charlas de prestigiosos escritores y bibliotecarios que intercambiaron experiencias con los directivos y especialistas de la Biblioteca Nacional.
Foto Portada. Inauguración de la exposición de libros soviéticos, noviembre de 1982. Fondos BNCJM.