120 Aniversario BNCJM- Ilustres en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí: Ángel Augier

1/12/2020
Por: Mabiel Hidalgo, Biblioteca Nacional José Martí

A propósito del 110 aniversario de su natalicio

Por: Mabiel Hidalgo Martínez

“No existe ninguna historia de las letras cubanas del siglo XX que deje de mencionar a Ángel Augier Proenza. Resulta una figura relevante en la crítica y la investigación literarias y en la creación poética”.   Así define el doctor en Filosofía y Letras Salvador Bueno, al poeta, ensayista, crítico literario y periodista Ángel Augier Proenza, quien nació el 1 de diciembre de 1910 en el Central Santa Lucía, entonces barrio de Bariay, Gibara, actual municipio Rafael Freyre, en la oriental provincia de Holguín.

La obra de Augier es tan variada y extensa como fue su ciclo vital. En 1941 obtiene el Premio Nacional de Ensayo de la Dirección de Cultura por “Martí poeta, y su influencia innovadora en la poesía de América”. Realizó estudios de administración pública en la Universidad de La Habana y la Unesco le concedió una beca en 1954, estancia que aprovechó para recibir clases de tecnología de las Artes Gráficas en la Escuela Estienne de París. 

Su labor en el periodismo es amplísima. Trabajó como redactor y también en funciones ejecutivas en algunos diarios, entre los que destacan El Mundo, Hoy, La Discusión, Ahora, y las revistas Mediodía, Bohemia, Orto, Grafos, Social y Carteles, ocupación que le valió el disfrute de premios periodísticos por sus artículos y crónicas como el “Enrique José Varona” en 1946, el “Víctor Muñoz” en 1949, “Eduardo Varela Zequeira” en 1951, así como el segundo premio en 1957 del concurso “Juan Gualberto Gómez”. 

El triunfo revolucionario coloca a Augier en un escenario acorde a su pensamiento e ideología política. Entre 1959 y 1961 se desempeña como secretario de redacción de la Agencia de Noticias Prensa Latina. Más tarde es subdirector del Instituto de Literatura y Lingüística, y una nutrida agenda distingue la vida del intelectual holguinero: imparte conferencias, prologa libros, participa como jurado de premios, realiza visitas de carácter oficial al extranjero, y tiene a su cargo la edición de las obras completas de Nicolás Guillén.

El acercamiento más frecuente de Ángel Augier con la Biblioteca Nacional José Martí es precisamente a través de la difusión de la vida y obra de Guillén. Acompañó a nuestro Poeta Nacional en los homenajes que la institución realizó en aniversarios cerrados de su nacimiento, y en el donativo de libros y otros documentos.        

Como parte del ciclo “Vida y obra de poetas cubanos”, que organizó la Biblioteca en la década del setenta, Augier dictó la conferencia “Los trabajos y los días”, una síntesis en la que contó pasajes de su infancia, en el ambiente de un batey azucarero, y recitó los versos de su libro Isla en el tacto (Ediciones Unión, 1965), que evocan su origen humilde y el sonido de la sirena, marcando el tiempo de labores durante la zafra:

“[…]

Una sirena cortaba el día en cuatro cuartos

como un cuchillo sonoro.

Papá marchaba a las centrífugas cada seis horas

para trabajar en sus dos cuartos,

doce horas al día, la mitad de la vida. 

Sus hijos le llevábamos, turnándonos,

el desayuno y la cantina, un vaho de hogar distante

entre el fragor de las ruedas-montañas,

los silbantes vapores –nubes artificiales-,

los terrones de azúcar recién fraguado

y el caliente guarapo.     

La Revista de la Biblioteca Nacional José Martí publicó sus textos, y en varias instantáneas se le observa junto al poeta-amigo, en la organización de homenajes y en conversaciones con intelectuales de su tiempo, ese tiempo que para suerte suya y de nuestra cultura, resultó extenso, casi centenario, apagándose su luz el 21 de enero de 2010, no sin haber recibido numerosos e importantes reconocimientos como la Distinción por la Cultura Nacional (1981), el Premio Nacional de Literatura (1991), y la Orden Juan Marinello que otorga el Consejo de Estado.   

 Foto de portada: Visita de Nicolás Guillén el día 3 de marzo de 1981 para la donación de libros valiosos. Izquierda a derecha: Ángel Augier, Julio Le Riverend y Nicolás Guillén. Colección BNJM.