Noticias
Buscar noticia
120 Aniversario BNCJM- Ilustres en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí: Los Amigos de la Biblioteca Nacional
12/12/2020
Por: Mabiel Hidalgo, Biblioteca Nacional José Martí
El 13 de diciembre de 1935 quedó constituida la sociedad Amigos de la Biblioteca Nacional. Radicaba en el segundo piso de la calle Cuba número 19. Su líder y fundador fue el prestigioso historiador habanero Emilio Roig de Leuchsenring, quien unió las voluntades de un grupo de intelectuales cubanos con el propósito de revertir el vergonzoso estado de la institución.
Una ardua batalla en la publicación de artículos sobre la compleja situación de la Biblioteca Nacional, protagonizó Roig de Leuchsenring desde las páginas de la revista Carteles. La creación de la mencionada agrupación cívica reunía, según el propio Roig “[…] a los pocos escritores y publicistas que en nuestra Biblioteca Nacional hemos venido trabajando de manera continuada durante años”. En su reglamento figuraban los nombres de los socios fundadores, con Roig como presidente, Mario Guiral Moreno en funciones de vicepresidente, Enrique Gay Calbó como secretario, Elías Entralgo se desempeñaba como vicesecretario, y Emeterio Santovenia y Carolina Poncet en los cargos de tesorero y vicetesorero respectivamente.
Una decena de vocales integraban el grupo inicial de los Amigos, destacan Francisco González del Valle, Joaquín Llaverías, Benigno Souza, Federico Castañeda, Manuel I. Mesa Rodríguez, Luis Bay Sevilla, Julio Villoldo, Nicolás Guillén, José Antonio Ramos, Félix Lizaso y Manuel Pedro González.
Entre los fines que perseguían resaltan la gestión de un edificio propio y permanente para la Biblioteca, con locales adecuados; que los presupuestos del Estado respalden las necesidades y funciones de la institución; fomentar las donaciones de particulares y asociaciones, así como gestionar la creación de la carrera de bibliotecario, archivero y conservador de museos.
Con término de duración indefinido, dicha asociación tenía un emblema que representaba un libro abierto por el medio, en el que se lee a la izquierda la fecha de fundación de la Biblioteca Nacional, y a la derecha, el día de constitución de los Amigos de la Biblioteca Nacional. Sus socios debían pagar una cuota mensual, que en este caso era de un peso al año. La solicitud de ingreso debía presentarse bajo el amparo de dos asociados y someterse a votación.
Gracias a la meritoria labor de los Amigos de la Biblioteca Nacional, y al empuje del senador Emeterio Santovenia, integrante de la misma, se logró, en 1941, la aprobación de la Ley No. 20, que declaraba el impuesto de medio centavo sobre cada saco de azúcar, destinado a la construcción del nuevo edificio de la Biblioteca Nacional.
El accionar de los Amigos de la Biblioteca Nacional –a pesar de la escasa presencia femenina en sus filas- permitió incentivar la defensa de una institución necesaria, e inició un camino de mejoramiento y soluciones en función del fortalecimiento de la cultura cubana.
Foto portada: Emilio Roig de Leuchsenring, presidente de los Amigos de la Biblioteca Nacional. Emblema de la Asociación.