Programa Nacional por la Lectura .Reseña de “Había una vez una gota de lluvia”

15/2/2021
Por: Ana Laura Escalona Díaz , Biblioteca Nacional José Martí

Las niñas y los niños suelen ser muy curiosos. A partir de los tres años de vida comienzan con los “por qué” y sus preguntas pueden ser muy ocurrentes y sobre temas cotidianos como el día, la noche, la lluvia y el sol. Estas interrogantes se pueden responder a través de conversaciones, con paciencia, observando la naturaleza y con lecturas interesantes e interactivas. De esta forma, se refuerza su motivación por aprender y descubrir el mundo. Por esta razón, lecturas como “Milagros de la Naturaleza” de la editorial ANAYA, deben ser proporcionadas y disfrutadas. Bajo esta pequeña colección se encuentran cuatro títulos sobre los ciclos vitales. Cada uno anima a los y las infantes a descubrir la naturaleza y explorarla a través de la interacción directa, fomentando en ellos y ellas valores como la responsabilidad y el cuidado al medio ambiente. 

En esta ocasión comentaremos sobre “Había una vez una gota de lluvia” escrito por Judith Anderson e ilustrado por Mike Gordon, publicado en 2009. Este título, a partir de diálogos cortos explica de dónde viene el agua y cómo va cambiando a raíz de los diferentes procesos que experimenta. Las simpáticas ilustraciones muestran como los protagonistas: una niña, un niño y su perro; van visitando diferentes escenarios donde pueden percibir lo que se les explica sobre dicho mineral de manera clara y organizada. En su aventura descubren el ciclo del agua, a partir de sentir la lluvia, conocer la nieve y los granizos, bañarse en la playa, pasear en bote en un lago, explorar cuevas, y jugar en su jardín. Al mismo tiempo, conocen sobre las consecuencias del exceso y la escasez de agua. 

Es un libro que capta la atención de pequeños y pequeñas lectoras noveles. Sus páginas son divertidas y un reto posible de vencer, gracias a su comprensible tipografía y volumen adecuado de texto en cada página, el cual se complementa con sus animadas representaciones. Por otra parte, para aquellas y aquellos que se encuentran en el segundo ciclo de primaria es una forma de consolidar sus aprendizajes de asignaturas como Ciencias Naturales a partir de una historia sencilla. Además, tanto grandes como más chicos pueden disfrutar de las actividades complementarias que se recomiendan al final para que realicen en compañía de personas adultas para profundizar sobre el tema.