De la historia contada por las revistas cubanas de los sesenta. 24 de febrero de 1895, una fecha recordada en la revista “Cuba”

24/2/2021
Por: Vilma N. Ponce Suárez, Biblioteca Nacional José Martí

Para la revista “Cuba” escribió el Dr. Julio Le Riverend el artículo “24 de febrero: la guerra necesaria”. Se publicó en la edición especial de octubre de 1968, dedicada al centenario del inicio de las luchas por la independencia de la patria. En esa época el eminente historiador dirigía el Instituto de Historia y ocupaba el cargo de vicepresidente de la Academia de Ciencias. Tenía publicados varios libros, entre ellos: “Historia económica de Cuba”, “La República: dependencia y revolución” y “La Habana, biografía de una provincia”. 

Le Riverend logró sintetizar en pocas cuartillas y con una prosa asequible a todo tipo de lector las condiciones socioeconómicas y políticas que condujeron al reinicio de las luchas libertarias el 24 de febrero de 1895. También se refirió al rol de José Martí como organizador de la “guerra necesaria”. Sobre este señalaría: “(…) realizó una vida muy activa y tesonera en la que se entrelazan, de manera ejemplar, la acción eficaz y la teoría firme”. 

Como colofón de este recordatorio del 24 de febrero se incluyó el poema “Esta historia se la debo a la patria”, de Mario Martínez Sobrino, trabajador del Centro de Documentación del Ministerio del Trabajo en esa época. Sus versos evocaban la fecha de su nacimiento, el 24 de febrero de 1931, y la digna actitud de su madre, quien no aceptó la canastilla que como espurio homenaje entregaba el Gobierno de Gerardo Machado a los niños que nacían ese día.  

La ilustración que antecedió a estos trabajos abarcó toda una página. Su autor, el diseñador Rafael Morante, era el Director de Diseño y Fotografía de la revista. La palabra ¡FUEGO!, dibujada a relieve, con un alto puntaje y entre signos de admiración evocó aquel 24 de febrero en el que se inició una nueva epopeya en la Isla. Al estilo del pop art dibujó el rostro de Martí repetido treinta veces en filas de a diez. Representaba de esa forma su condición de líder, la multiplicación de sus ideas y la organización que logró entre los revolucionarios para recomenzar la lucha armada. Unos años antes el pintor y diseñador gráfico Raúl Martínez - quien fue uno de los colaboradores de este número de “Cuba” – había recreado quince veces la imagen del Apóstol en una de sus pinturas, con lo cual afirmaba la vigencia de su pensamiento en la sociedad cubana.  

Traemos hoy a la memoria estas obras, las cuales pueden consultarse en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí  en los formatos papel y digital.