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Foto de Correo desde la Isla de la Dignidad. Hart en la historia. 28 de marzo de 1952

Correo desde la Isla de la Dignidad. Hart en la historia. 28 de marzo de 1952

12/3/2021
Por: Eloisa M. Carreras Varona y Armando Hart Dávalos, Biblioteca Nacional José Martí

Solo unos días después de que Fulgencio Batista protagonizara su ignominioso golpe de Estado, Armando Hart y los jóvenes que formaban parte de la dirección de la Asociación de Estudiantes de Derecho de la Universidad de La Habana, le escribieron una carta de protesta al Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales y Sociales, denunciando la ilegalidad que había sido cometida por el usurpador. En homenaje a los que ofrecieron sus valiosas vidas luchando contra el régimen espurio que fue instaurado, reproduzco el texto de aquella histórica carta.   

28 de marzo de 1952

Sr. Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales y Sociales.

Ciudad.

Distinguido señor:

Por su conducto nos dirigimos a los ilustres miembros de la Sala que usted preside para comunicarles que la ASOCIACIÓN DE ESTUDIANTES DE DERECHO, se mantiene expectante ante la resolución que habrá de darle al conflicto planteado ante ese órgano judicial con motivo de los últimos acontecimientos nacionales. 

La ASOCIACIÓN DE ESTUDIANTES DE DERECHO, como organismo estudiantil íntimamente ligado a la vida jurídica del País, espera que hagan prevalecer el imperio de la norma jurídica sobre cualquier otra circunstancia que pueda mover el ánimo de los componentes de esa Sala de justicia.

El momento crucial que vive la Patria nos llena de responsabilidad a los que creemos en la fuerza determinante del Derecho y que por tal motivo sentimos honda admiración por los hombres que prefieren caer de las altas magistraturas en que una República democrática los situó antes de doblegarse al imperio de la fuerza.

En cierta oportunidad, el Tribunal Supremo de Cuba declaró que la Revolución era fuente de derecho. Esa admirable interpretación nos lleva a la consideración que la única fuente de derecho es el devenir social con su incontenible pujanza sobre los hechos de fuerza que alteran el ritmo histórico de las colectividades. Por lo tanto, la fuerza como tal no puede ser considerada fuente generadora de la norma jurídica, cuando no surge de las entrañas mismas de la sociedad humana. Y es que además la Revolución es el derecho que tienen los pueblos a sublevarse contra los que intentan coaccionar la voluntad soberana de los mismos, como se colige del pensamiento del legislador constituyente de 1940.

Ante la disyuntiva histórica en que la mencionada denuncia los ha colocado sabemos que los dignísimos componentes de ese Tribunal impondrán la fuerza moral del derecho, toda vez que mucho tememos que las fuerzas de las armas haga imposible el cumplimiento de su fallo.

Toda una generación estudiantil se encuentra particularmente mirando hacia ustedes, toda una Nación se encuentra expectante ante el fallo judicial y sabemos que cuando al fin y al cabo resuelvan el conflicto de intereses creados por el despojo a las altas magistraturas políticas, la humanidad entera recibirá el éxtasis delicioso de una rebeldía insigne de los togados cubanos que habrá de servir de ejemplo en la Historia de la judicatura mundial, y que grabara sus nombres para siempre en el corazón del pueblo cubano como los grandes defensores del Derecho.

Quiera Dios que el porvenir le permita a Cuba colocar sobre sus tumbas en días lejanos un adjetivo honroso y que la juventud cubana vea siempre en ustedes el ejemplo y  guía de los que supieron perderlo todo antes de hacer claudicar al Derecho.