Mella es un golpe de luz que se prenda en el alma del que llega a encontrarlo en las páginas de cientos de libros de historia. 

Escuchar sobre él, leer sus discursos, repetir sus consignas, vivir en lo que él fundó es el camino para empezar a descubrirlo, pero siempre habrá una mano que tendida noble nos empujará brusca a lo profundo de ese mar incontenible que con solo veintiséis años él creó.

A propósito de los 90 años de Glosas al Pensamiento de José Martí la Doctora Ana Cairo Ballester el 14 de enero de 2016 en el espacio Sobre una Palma Escrita con su conferencia Mella en Martí reflexionaba que para entender a Mella había que comprender el trauma que vivió al separarse de su madre lo que lo hizo, junto a su hermano Cecilio, pasar a vivir con su padre y considerar tiempo después que había tenido una infancia Mártir. Añadía que ello también conformaría “su espíritu rebelde que tuvo su primera gran manifestación en el cambio de su nombre por el seudónimo Julio Antonio Mella. Nicanor, su padre, se dedicó a ellos con especial atención y el propio hecho de su procedencia Dominicana, además de ser uno de los mejores sastres de La Habana, lo vinculó con esa comunidad en Cuba incluso él cosió un traje a Máximo Gómez y todo ello también acercó a los niños a los mejores valores patrios.”

Contaba también la querida Ana que Lamy quería ser militar y en 1917 visita México para ingresar en el Colegio de San Isidro, pero como no era nacional no fue admitido y es en esa etapa en la que escribe su diario que obra en el Archivo Nacional de Cuba y es con lo que inicia la labor intelectual de Mella. Así desde entonces va definiendo sus sentimientos contra las injerencias imperialistas de Estados Unidos en nuestro continente. 

En 1920 Mella termina el Bachillerato en Pinar del Río e ingresa en la Universidad de La Habana en octubre de 1921, como consta en su expediente universitario, porque estaba sacando pruebas extraordinarias del Instituto de Segunda Enseñanza de vueltabajo y se incorpora al proceso de Reforma Universitaria que se gestaba en dicho centro donde se había dado a conocer y había comenzado a destacarse por sus resultados como atleta que lo distinguen como símbolo ante la masa estudiantil que lo sigue en la voluntad de fundación de la Federación Estudiantil Universitaria el 20 de diciembre de 1922. 

Ya en ese año el joven Mella comienza a realizar sus primeras lecturas políticas y funda la revista Alma Mater y La Gaceta Escolar. Es en esa ingente actividad que conoce en la universidad a Emilio Roig Leuchsenring (1889-1964) que se incorpora como él, entre otras organizaciones a la Liga Antiimperialista y es quién lo acerca a la lectura de la obra de José Martí a través de los ensayos del Apóstol. Así Mella lee una pequeña edición de las obras de José Martí publicadas por Carbonel hijo de Leonelo (1868) amigo de Martí. Así se va tejiendo esa identificación del joven con el Maestro y sus ideas independistas y antiimperialistas. Es entonces que como resultado del Primer Congreso Nacional de Estudiantes y nacida la Federación Estudiantil Universitaria por su gestión   y obra creadora que se funda en 1923 la Universidad Popular José Martí, el conocimiento sobre su vida y obra era imprescindible para trasmitir con ella a los obreros sus enseñanzas precisamente con este fin, entre otros, Mella comenzaría a gestar la idea de escribir sus Glosas al Pensamiento de José Martí.

 

En aquel momento al ser Cuba una colonia de exiliados venezolanos como consecuencia de la dictadura de Juan Vicente Gómez y aprovechando el gobierno de Alfredo Zayas menos duro en términos de libertades de prensa sacaron a la luz la revista El Venezolano Libre en la que escribían los mejores intelectuales revolucionarios latinoamericanos de la época el propio Mella escribe dos artículos que después de la revolución se publicaron en la sección Páginas Salvadas de la revista Casa de las Américas. Precisamente debido a esta línea editorial en 1925 el Presidente Gerardo Machado le retira la licencia al El Venezolano Libre y con su espíritu se crea América Libre que es la revista donde en abril de 1927 se publican por primera vez las Glosas al pensamiento de José Martí de Julio Antonio Mella en abril de 1927. 

      

Originales de América Libre y folleto con publicación príncipe de Glosas al Pensamiento de José Martí. Fondo Martiano. Colección Cubana. BNCJM.

Mella como diría David Alfaro Siqueiros no era solo un líder cubano sino también continental. En 1996 en México, en un encuentro con los 67 estudiantes que habían ido a colocar una tarja y un busto, en homenaje a Julio Antonio Mella,   en la avenida Abraham González y Morelos y en el Parque San Carlos del D.F, la escritora y crítica de arte Raquel Tibol dijo que buscando en los archivos del periódico El Machete para hacer un libro precisamente sobre Siqueiros  se le había revelado Mella de un modo que nació otro libro Mella en el Machete, publicado en Cuba con la presencia de la autora años después. Tal era la fuerza no solo física sino también intelectual del joven cubano.

Con su sombrero cual Sandino, inolvidables brazos cruzados sobre el tiempo, creador del Comité pro Saco y Vanceti, de la sección de la Liga Antimperialista de México, de la Federación de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNAM, representante de México a Congresos Comunistas y Campesinos en la antigua URSS, una noche cruzó oculto los muros del Panteón Dolores para poder dar sepultura a su primera niña nacida muerta y que la falta de dinero no le permitió enterrar de manera normal.  Un camino a sus tantas heridas desde que se autodefiniera como un niño mártir.  

Son múltiples las imágenes de Mella y es Mella desde tantas dimensiones, muchas más que las que Tina captó con su obturador que solo es posible entender su magnitud desde la frase de Fidel “… Fue el que más hizo en menos tiempo”. 

En las manos de Félix Ibarra Martínez se guardaba en ese entonces la mascarilla mortuoria de Julio Antonio Mella heredada de su tío Alberto Martínez, militante del partido Trotskista, y carpintero, compañero de lucha de Mella. Un cariño inmenso se profesaba así después de tantos años por Mella en el hermano país donde había sido asesinado por sus ideas por los esbirros de Gerardo Machado. El excelente libro de Alina Perera Robbio Buscándote Julio da cuenta de ello Sellaría Félix con más de 80 años el compromiso con su tío de entregar la mascarilla a Cuba cuando en 1997 la recibiera el General de Ejército Raúl Castro Ruz en la Universidad de La Habana a propósito del 75 aniversario de la FEU, donde Raúl, quién también había recibido de Marinello las cenizas de Mella, pronunciara sentidas palabras.  

En Cuba sus huellas están también en la génesis del Partido Comunista de Cuba y cuantas ideas nobles y justas confluyeron en su época y existen prolongadas en el tiempo en la frase de la tarja donde reposan activas sus cenizas al pié de la su escalinata de la Universidad de La Habana impresionante síntesis política para un joven de aquel tiempo y aquella edad “Luchar por la revolución social en la América, no es utopía de locos o fanáticos. Es luchar por el próximo paso de avance en la historia”

En la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí en el Área de Manuscritos se conserva   el Fondo Juan Marinello que contiene mucho de la labor difusora acerca   de la vida y obra de Mella que desarrolló de manera admirable este imprescindible cubano.

 

Mecanuscrito corregido por Juan Marinello de sus palabras pronunciadas en ocasión del 60 aniversario del nacimiento de Julio Antonio Mella el 18 de marzo de 1963.Fondo Personal Juan Marinello BNCJM.

Marinello fue una de las personalidades que más conoció a Mella y uno de los que más lo trascendió físicamente de aquella gloriosa generación junto a la cual el joven manicato desarrolló su lucha.  Siendo consecuente con el amigo, líder y compañero de lucha e ideas no escatimó en honrarlo salvando sus cenizas y entregándolas a la Revolución.

 

“Debe aplaudirse a toda mano la decisión feliz del Gobierno Revolucionario que situó el Mausoleo de Julio Antonio Mella frente a la Universidad de La Habana y en la plaza pública. Este emplazamiento posee un hondo sentido, al que es obligado aludir.” Palabras mecanuscritas corregidas por Juan Marinello pronunciadas al colocarse en el Memorial Julio Antonio Mella las cenizas del líder estudiantil, el 10 de enero de 1976, a 47 años de su asesinato en México. Fondo Personal Juan Marinello BNCJM.

Uno de los testimonios más relevantes de este Fondo se encuentra recogido en múltiples versiones mecanuscritas varias veces corregidas por Marinello con vistas a un documental que sobre su vida realizaría Alfredo Guevara para el ICAIC al parecer con fecha cercana a enero de 1976. En estas páginas nos podemos sumergir también en la dimensión de Julio Antonio Mella cuando Marinello responde a su entrevistador:

  

Mecanuscrito con arreglos manuscritos por Marinello de una de las versiones de sus respuestas a  Alfredo Guevara para el documental del ICAIC Fondo Personal Juan Marinello BNCJM.. 

 “¿Qué personalidades juveniles te produjeron mayor impresión?

“Conocí muy de cerca a Julio Antonio Mella por la circunstancia de que siendo mi hermano Felio el primer presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, se efectuaban en mi casa con frecuencia las reuniones de la Federación. Pude conocer lo que pudiéramos llamar su intimidad heroica. Es cierto que lo más importante de  un líder está en su acción dirigente y en el mensaje verbal y escrito que trasmitió; pero es un privilegio que ofrece la medida entera el conocimiento frecuente y demorado. Mella fue, y esto puede decirlo quien lo vio actuar un caso singular en que coincidían y se entrelazaban una fuerza poderosa y agresiva con una estricta responsabilidad ideológica y política. Figura alguna de su tiempo lució ese raro equilibrio que lo llevó a la condición de líder continental. Estoy convencido de que esa conjunción integró el relieve provocador de su asesinato, ordenado por el imperialismo y ejecutado por Machado. Aquella suma de virtudes meditadoras y combatientes, lo hacía un enemigo al que era indispensable eliminar.

“¿Y qué significación primordial puede atribuirse a Mella en nuestra historia revolucionaria?

“Su significación es varia y muy importante, pero si se me pidiera el señalamiento de su lección más valiosa yo diría que está en haber visto y proclamado con ejemplar insistencia que la liberación nacional y social de Cuba no podía lograrse sin la derrota real e irreversible del imperialismo yanqui. Su posteridad ha traído la confirmación del capital señalamiento.

“Circunstancias diversas me ofrecieron la oportunidad de estar cerca de Mella en momentos que pudieran llamarse estelares. Estuve junto a él en la asamblea estudiantil y en el mitin obrero, en la plática cercana y en los días de la huelga de hambre. Me tocó, además, desenterrar sus restos en la ciudad de México y transportar sus cenizas a la Habana. Se conocen los incidentes de aquel traslado. Si en la capital mexicana nos despidieron los sables de la policía montada, en La Habana la tropa obediente al mando de Batista y la Embajada de los Estados Unidos impidió a tiros, matando a niños y grandes, el enterramiento de las cenizas del luchador ejemplar. Ahora hace pocos días, se han depositado en el Mausoleo alzado frente a al Universidad de La Habana, escenario de sus hazañas juveniles. En las palabras que dije al depositar al fin, sus restos en tierra cubana, aludí, naturalmente, al contraste entre las dos situaciones que era forzoso evocar. El imperialismo omnipotente entonces, atacó a Julio Antonio en la vida y en la muerte: le arrancó la existencia y persiguió sus cenizas. Ahora, la Revolución que ha realizado sus grandes sueños, acoge sus restos en un monumento que supone un homenaje imperecedero. En la Cuba libre y socialista sus cenizas sin muerte(sic) pueden descansar dignamente, porque hemos derrotado al imperialismo que lo asesinó.”

Veinte carpetas del rico Fondo Juan Marinello Marinello con manuscritos o mecanuscritos, conteniendo su palabra y su pluma para enaltecer el recuerdo y la memoria de Julio Antonio Mella en escenarios disímiles y con diversos motivos se encuentran a disposición de investigadores y estudiosos. 

También una pequeña colección nombrada Julio Antonio Mella se ubica en el área de manuscritos donde aparece su firma hológrafa como “Raúl” en una carta que envía a Fernández de Castro desde México el 10 de diciembre de 1928. 

 

Carta manuscrita con firma hológrafa de Mella a Fernández de Castro desde México el 10 de diciembre de 1928.

Queda mucho por horadar en Mella. En la extensa bibliografía sobre él es útil tener presente la de Adys Cupull y Froilán González que comienza con Mella en los Méxicanos y que permitió reencontrar a una parte de los que habían contemporizado con él en México sirviendo de guía para llegar a cada lugar que había frecuentado allí y que permitió ubicar la tumba de Tina Modotti en el Panteón Dolores en 1996 para rendirle tributo cada año, vaya servicio de un libro cuando es serio y es del alma.  

A propósito del 115 cumpleaños  de  Mella la Doctora Ana Cairo Ballester autora de la formidable recopilación Mella 100 años ,afirmaba en la Sala Cubana de la Biblioteca Nacional que reconfortaba ver como las imágenes de Mella se rehacían y aparecían según la época lo que le imprimía el sello del nunca-olvido mencionando el cuadro de Servando Cabrera Moreno, socializado  gracias a la voluntad de su propietario Guillermo Jiménez (Jimenito), el Mella de Alberto Lescay colocado en el Parque San Carlos en México y en el pico montañoso de la Provincia Granma que lleva su nombre,  el que baja la escalinata desinhibido y firme  de Francisco Villa Soberón en la Plaza Mella de la Universidad de las Ciencias Informáticas  y los nacidos, como nuevos íconos que atemperaban al eterno joven rebelde, por nuestros plásticos contemporáneos más reconocidos a instancias de  Alfredo Guevara, al coincidir el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano con el 90 cumpleaños de la FEU.

Aquel niño vuelto hombre profundo e imprescindible sigue hoy a sus 118 años dándolo todo por Cuba como entonces. Queda como ahora que las nuevas generaciones continúen su legado como él mismo señalara un día “Con las ideas en lo más alto por la patria grande y libre.” 

Foto de Portada: Foto de Tina Modotti