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Concurso Leer a Martí. Jornada por el Día del Libro Cubano. Edición 2008. Martí, un hombre de todos los tiempos
28/3/2021
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí
Les propongo leer esta obra escrita por una joven de 8º grado y de la provincia de Villa Clara, fue ganador en el Concurso del año 2008, desde la publicación de los ganadores del concurso también celebramos el Día del Libro Cubano.
Óleo de un hombre de todos los tiempos
Por Danae Díaz Manso
Sobre la gran roca que cuenta la historia del indio americano está sentado Martí. Nadie niega que viva aún allá en aquel lugar sobre el verso, donde la naturaleza lo contempla y ampara. Quizás exista para darle vida a un gran amor que dejó en la tierra. Solo sabemos que su mirada se pierde en el horizonte cubano, que anuncia continuidad.
Sobre su espalda ha crecido un pueblo lleno de gente buena sembrando las ideas que levantan su patria. Multiplicado en los niños que escuchan su voz, pues él no murió
Si miramos bien, en sus ojos una estrella resplandece. Sostiene en una de sus manos un gran libro, que el viento agita dejando escuchar las más bellas historias de héroes y leyendas, de magia, de buenas costumbres… y aunque sus páginas se ven viejas y gastadas, conserva en su espíritu la edad del más preciado de los metales
Junto a él hay un niño que lo hace sonreír. Sus pisadas forman un círculo que ninguna fuerza maligna podrá atravesar, porque está protegido con amor verdadero, el de su hijo
Del corazón le brota un hilillo de agua que susurran versos con alas, mientras perfuman el aire y propician el volver
Su ropa no es enlutada, ¡no!, es blanca como la nieve, semejante a la oreja de aquella española
Allí, a su izquierda, descansa el escudo de Aquiles, recordando que no han muerto los aedas. Nadie lo puede negar, escrito está su nombre en la historia y él sigue con esa pose de titán inconfundible, vacilante… aguardando con la palabra exacta, el verbo encendido que es guía en el mar del pueblo de la América Latina
Vive así este hombre excepcional, a la defensiva, sin titubeos, dispuestos a protegernos con su Honda de David
Y me pregunto: ¿cuál es la razón para que permanezca allí, invicto como el más grande de los héroes, acumulando victorias, sueños y risas infantiles?
Los niños no lo dejan marchar, y el pueblo como ancla firme lo lleva por siempre en la eternidad. Nadie sabe cómo sucede esta maravilla, pero Martí continuará sobre la gran roca, donde crece la palma, dándole color y luz a este cuadro dibujado con palabras que me susurró una mariposa.