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Foto de Correo desde la Isla de la Dignidad. Alfredo Guevara uno de los más lúcidos creadores de nuestra Patria

Correo desde la Isla de la Dignidad. Alfredo Guevara uno de los más lúcidos creadores de nuestra Patria

26/4/2021
Por: Eloisa M. Carreras Varona y Armando Hart Dávalos, Biblioteca Nacional José Martí

Comparto el texto que juntos escribimos para rendir homenaje de recordación a Alfredo Guevara, tras su partida física el 19 de abril del 2013.  

Alfredo Guevara uno de los más lúcidos creadores de nuestra Patria

Tras su partida física, su familia, el Cine cubano y latinoamericano y todos los que le quisimos, evocamos su memoria como el gran intelectual que fue y no olvidaremos jamás que, muy tempranamente, a solo tres meses del triunfo revolucionario de 1959, fundó el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), esa maravillosa creación, de la que se convirtió de hecho, en el presidente fundador.

Desde luego que, al ICAIC lo tenemos que ver, como lo que ha sido desde que Alfredo lo fundara, una verdadera institución cultural, generadora de talento, un verdadero movimiento artístico y una gran escuela artística. El ICAIC fue por muchísimos años, uno de los centros más importante del trabajo político-cultural de la Cuba Revolucionaria. Y, en ese sentido, no podemos olvidar jamás que el baluarte esencial en el desarrollo de esta creación cultural de primerísimo nivel, fue sin duda, Alfredo Guevara. 

Sus concepciones estéticas, su tenacidad para llevarlas a cabo y su indiscutible talento, hicieron del Cine Cubano, uno de los frutos y creaciones más perfectas de la Revolución en materia artística y cultural al máximo nivel. Este trabajo fue arduo, pues el mismo requirió crear y desarrollar una sólida base organizativa, técnica y administrativa que dio lugar al establecimiento y consolidación del ICAIC. Claro que sin un fundamento industrial y tecnológico y sin el esfuerzo de trabajadores, técnicos y especialistas no hubiera sido posible ese desarrollo del Cine Cubano. 

Pero gracias a la permanente labor de Alfredo, el Cine Cubano llegó a ser un movimiento artístico de reconocido prestigio a nivel internacional, el cual ganó un puesto de honor en la Historia del Arte Cubano y Latinoamericano. La creación de un movimiento artístico como el Cine Cubano requirió elementos de pensamiento, de abstracción y análisis, acompañados de una tenaz búsqueda de caminos desconocidos y de una indagación infatigable sobre rasgos muchas veces dispersos de la Cultura nacional. Para desarrollar el Cine, Alfredo requirió, asimismo, de una certera concepción en cuanto a la promoción, la exaltación y la defensa del talento creador. Sin su pensamiento, sin su perseverancia, su paciencia y su audacia en la experimentación, y sin la búsqueda infatigable de caminos desconocidos, no hubiera sido posible crear un movimiento artístico-cultural que se afirmó en el inmenso arsenal de la Cultura Cubana y Latinoamericana, y que se proyectó con un matiz peculiar, con una fisonomía propia en el ámbito del Cine internacional.

El elemento esencial y de concepción que, Alfredo puso en práctica, para llevar adelante el ICAIC, fue lo que le permitió hacer de esa institución un movimiento artístico que, por su propia naturaleza es de síntesis, incorporando variados aportes y aspectos de géneros diversos de la tradición histórico-cultural cubana. Solo con una concepción adecuada como la que él poseía, con una búsqueda acuciosa y con su talento, se podía llegar a crear, la síntesis de Cultura Universal, que ha quedado expresada en nuestro cine.

El Cine Cubano mantuvo y mantiene una lucha tenaz en favor de la calidad del arte que aquí se crea. Alfredo no hizo concesiones al facilismo, y procuró la máxima exigencia estética como uno de sus principios rectores: por eso pudo formar, y formó, un grupo de valiosos artistas y directo¬res que son un elemento indispensable de esa calidad que debe dimanar de cualquier obra de arte, que se precie de tal.

El Cine, con el aval de tantos años de esfuerzo sistemático en favor de la calidad del arte, de la cubanía de nuestro arte, de la proyección latinoamericana y caribeña de nuestro arte, del internacionalismo de nuestro arte, de la diversidad de las expresiones artísticas, ha brindado a la Cultura cubana, un aporte de trascendencia histórica y muestra una enseñanza que debemos tomar muy en cuenta en otros géneros de producción y creación artística en nuestro país. Sobre todo, muestra la enseñanza de que es necesario apoyarse en lo histórico, trabajar incansablemente por la calidad, renunciar al facilismo y presentarse ante el público con un arte que aspire a estar a la altura del pueblo y de la Revolución. 

Gracias Alfredo por estas enseñanzas imperecederas, que nos lega tu memoria de revolucionario; para el Cine y para la Cultura cubana y latinoamericana, tu súbita ausencia representa un vacío que no podemos olvidar, porque tu vida y tu inmensa obra de creación estarán siempre presentes en los cimientos mismos de estos empeños de transformación de un futuro superior para nuestros pueblos.