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Foto de Correo desde la Isla de la Dignidad. Hart en la historia, algunos datos en el mes de mayo hasta 1976, tomados de su Biobibliografía

Correo desde la Isla de la Dignidad. Hart en la historia, algunos datos en el mes de mayo hasta 1976, tomados de su Biobibliografía

17/5/2021
Por: Eloisa M. Carreras Varona , Biblioteca Nacional José Martí

Al retomar en estas páginas la serie Hart en la historia, debo recordar que repasamos aquí, la vida de un hombre que estuvo dedicada por entero al servicio de nuestra patria. Por eso no se puede olvidar que fue un destacado miembro de la Generación del Centenario, la que bajo el liderazgo de Fidel irrumpió en la historia de nuestro país desde finales de la década del 40 y comienzos de la del 50 del pasado siglo hasta hoy.   

Es bien conocido que Armando comenzó su incursión en la política durante sus años universitarios, como miembro de la Asociación de Estudiantes de Derecho de la Universidad de La Habana. Transcurría el último curso de su carrera y desempeña¬ba la función de vicepresidente de la Asociación de Estudiantes cuando ocurrió el golpe de estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952. Desde ese momento, su formación académica le permitió defender y legitimar jurídicamente la acción violenta de las masas contra el acto criminal, por lo que éste tenía de violación de los principios constitucionales. En ese sentido siempre recordó con orgullo que después del golpe nadie podía presentarse como batistiano en la Universidad; porque Batista era el símbolo del crimen y la imposición, por eso afirmó: “Ni aun en la época de mayor corrupción moral y de más alta confusión y desviación ideológica se podía ser batistiano en el seno del movimiento universitario”. 

Fue uno de aquellos valerosos jóvenes de la dirección de la F.E.U, que la mañana del cuartelazo, se trasladó al Palacio Presidencial y ofreció al presidente constitucional su respaldo para enfrentar la ilegalidad. Con posterioridad no hubo suceso en el que no haya estado en la primera trinchera de lucha contra el régimen opresor. Y ese mismo día fue parte de la vanguardia de los centenares de estudiantes y trabajadores que se concentraron en el techo de la antigua li¬brería Alma Mater de la Universidad, colocaron micrófonos, grandes altoparlantes y lanzaron constantes arengas contra la opresión. Aquellos valerosos jóvenes, no tenían armas, pero de inmediato se opusieron cívicamente contra el golpe de estado. 

El 3 de abril de 1952 participó en el acontecimiento político más significativo que promovieron los estudiantes durante esa etapa: La jura de la Constitución de 1940. A su vez, como dirigente de la F.E.U. organizó diversos actos y movilizaciones políticas durante aquellas semanas. Entre otros la concentración del 20 de mayo de 1952, que resumió Jorge Mañach, y la del 12 de agosto de ese propio año, que colmaron la inmensa escalinata universitaria, en repudio a la dictadura. 

A mediados de 1952 cuando se graduó de abogado con la Tesis titulada “La crisis del Derecho en el siglo XX”, ya era un destacado integrante del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) que había sido fundado por su maestro y mentor el inolvidable Dr. Rafael García Bárcena. Como muchos de los militantes del M.N.R. se incorporó posteriormente a la lucha insurreccional activa contra el régimen de Batista desde las filas del Movimiento 26 de Julio, creado por Fidel Castro en 1955, tras su salida del presidio de Isla de Pinos.

Asimismo, ya he contado en esta Columna su protagonismo en el brutal ataque que fue perpetrado por los agentes de la dictadura batistiana contra la Universidad del Aire, el 4 de mayo de 1952. 

En la historia del país es recordada con singular admiración la histórica defensa que hizo al Dr. Rafael García Bárcena, tras los sucesos de la frustrada Conspiración del Domingo de Resurrección del 5 de abril de 1953. 

De igual modo, fue uno de los protagonistas de la creación y puesta en circulación del periódico clandestino Aldabonazo, primer órgano oficial de propaganda del Movimiento 26 de Julio ―del cual escribió el editorial del número inicial que comenzó a circular en mayo de 1956― lo que marcó en este campo, su desenvolviendo posterior para siempre.

Luego del triunfo de enero de 1959, en su gestión como Ministro de Educación (MINED) del gobierno revolucionario, el 8 de mayo de ese propio año comenzó la reestructuración técnica del MINED con la creación del Instituto Superior de Educación (institución que tuvo a su cargo la organización de la Nueva Política Educacional del Gobierno Revolucionario y la aplicación del plan de la Reforma Integral de la Enseñanza en todo el país. 

Justamente en mayo de 1961, regresó de un extenso viaje de casi tres meses de duración por la antigua URSS, países de Europa Oriental y la República Popular China; al frente de la primera Delegación Cultural y Educativa Cubana del gobierno revolucionario que visitó aquella vasta región del mundo, con el fin de conocer otras experiencias educativas, establecer contactos culturales, firmar convenios y estrechar lazos de amistad con los pueblos de esas naciones. En esa ocasión, el propio Fidel asumió interinamente el cargo de Ministro de Educación. La honorable Delegación, también estuvo integrada por Haydée Santamaría, Herminio Almendros, Alejo Carpentier, entre otros destacados intelectuales cubanos.

De las numerosas intervenciones que el Dr. Hart pronunció, debo destacar especialmente, sus palabras en la clausura del acto central por el ochenta aniversario de la caída en combate de nuestro Apóstol, que tuvo lugar en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1975; las que por su importancia y trascendencia serán publicadas en la próxima entrega de esta Columna en homenaje y conmemoración al 126 Aniversario de la desaparición física de nuestro Héroe Nacional.