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120 Aniversario BNCJM- Remembranzas fotográficas: La biblioteca viaja sobre ruedas
10/8/2021
Por: Mabiel Hidalgo Martínez, Biblioteca Nacional José Martí
El año 1961 convirtió en realidad la posibilidad de que el libro y la lectura estuvieran al alcance de la población cubana. En enero de ese año se creó el Consejo Nacional de Cultura (CNC), organismo que tuvo a su cargo la creación de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, y en el mes de diciembre el país se declaró libre de analfabetismo.
En el empeño de fomentar el hábito de la lectura, principalmente en los niños, los jóvenes y en los recién alfabetizados, la Primera Campaña de Lectura Popular dirigida por el doctor Salvador Bueno, a instancias de la doctora María Teresa Freyre de Andrade y de la Dirección Nacional de Bibliotecas del CNC, tuvo un peso importante en la idea de llevar el libro a los lugares más recónditos del archipiélago.
Así surgió el bibliobús o biblioteca viajera. Los ómnibus Leyland, muy de moda en las décadas del sesenta y setenta, fueron adaptados en función de servir como bibliotecas ambulantes. La estantería abierta permitía a los usuarios seleccionar los libros de su interés, préstamo que la bibliotecaria registraba en su tarjetero.
Los directivos y especialistas de la Biblioteca Nacional José Martí (BNJM) se vincularon a la hermosa tarea de organizar colecciones con los fondos de la institución y trasladarlos a las comunidades montañosas y más apartadas de la geografía insular, principalmente a la región del Escambray.
Contaba la entonces subdirectora de la BNJM, doctora Maruja Iglesias que, durante la despedida del Comandante Fidel Castro cuando los encuentros de junio de 1961 con un grupo de intelectuales en el Salón de actos, se le ocurrió hacerle una petición -aprovechando su amistad con el líder- pues aspiraban a disponer de bibliotecas viajeras para llevar los libros a los campos cubanos. Estas fueron sus palabras a Fidel: “Necesitamos cuatro chasis de camiones para adaptarlos como bibliotecas viajeras; tenemos los diseños para adaptarlas y dónde se puede hacer ¿qué tú crees?”.
De inmediato Fidel llamó a su ayudante y le dijo enviara cuatro camiones, de los cuales llegaron tres en función del nuevo plan que en 1962 atravesó senderos empinados, llanuras y carreteras llevando la lectura a varias comunidades del centro del país, donde como destacara Maruja, “todavía había bandidos”.
Notas:
Maruja Iglesias. “Re-nacimiento de la Biblioteca Nacional”. En: Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, Año 92, No. 34, julio-diciembre 2001, p. 56.
Foto portada: Bibliobús de la biblioteca Roberto García de Cienfuegos en las comunidades montañosas, ca. 1963-1965, foto Cooperativa Fotográfica. Colección de fotografías BNJM.