Noticias
Buscar noticia
120 Aniversario BNCJM- Ilustres en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí: Cleva Solís, pureza y genio en poesía
14/8/2021
Por: Mabiel Hidalgo Martínez, Biblioteca Nacional José Martí
Cleva Solís era “dueña de la alegría severa de la hoja interrogada por un pájaro”, hermoso retrato literario que le hiciera el poeta y amigo José Lezama Lima. Como “una poetisa-elfo, dama del bien y de la luz”(1) la definió el intelectual Virgilio López Lemus, su amigo desde la década de los ochenta, gracias a la cercanía de ambos con el poeta Samuel Feijóo.
La primicia de considerar a Cleva como “elfo cubano” le corresponde a Fina García Marruz, colega de juventud, a quien le unió un profundo afecto, extensivo a la totalidad de su existencia desde la época en que ambas integraron el Grupo Orígenes. Los versos que le dedica Fina describen la esencia y sensibilidad de su amiga-hermana:
“Humilde, con dureza en el
Centro (de almendra, no de corazón)
Aristócrata como un gris no tocado
Sino por las brumas
De un alba muy antigua
De veras única amiga”.
En la Biblioteca Nacional José Martí, institución en la que Cleva trabajó hasta el final de su vida profesional, tuvo también el privilegio de constituir una familia de amigos. Entre otros nombres, y sin ánimo de olvidos, destacaron Cintio Vitier, Clara Gómez de Molina, Roberto Friol, Bella García Marruz y Eliseo Diego. A este último le dedicó, luego de su muerte en 1994, el poema El vuelo mágico de Eliseo, pues eran vecinos de la calle E del Vedado capitalino:
“Pero ahora, en el umbral de la casa,
permanece su mesa de trabajo ya vacía,
su sillón donde él solía
hacerle sus cuentos a Agustín.
[…]
Entre la puerta de la alcoba y el estudio,
recto lo observo-entre dos líneas de luz-
lanzando sus flechazos.
Su aura se persigna,
y las letanías de su consagración,
crean un remolino.”
Cleva Solís trabajó con Regla Peraza en el departamento de Ciencia y Técnica de la BNJM, también en Selección de libros, y más tarde en Investigaciones bibliográficas junto a Olga Vega. Cuentan sus allegados que la modestia distinguió la vida de la poetisa y bibliotecaria. Ejemplo de lo anterior son sus publicaciones en la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí dirigidas a homenajear a sus colegas, en especial al investigador Roberto Friol y a la bibliotecaria Elena Giráldez.
Con anterioridad a su llegada a la Biblioteca Nacional cursó estudios de Biblioteconomía en la Sociedad Económica de Amigos del País y en la Universidad de La Habana.
Además de escribir poesía, Cleva pintaba. Entre sus obras publicadas se encuentran Vigilia (1956), A nadie espera el tiempo (1961), Las mágicas distancias (1961), y Los sabios días (1984). Colaboró en Orígenes, Lunes de Revolución y la revista Islas. Cintio y Fina prepararon su Obra Poética en 1998.
Nació en Cienfuegos, el 14 de agosto de 1918, y falleció en La Habana, el 7 de agosto de 1997, cercana a cumplir ocho décadas de vida.
(1) Virgilio López Lemus. “Un elfo llamado Cleva Solís”. Publicado en Cubaliteraria.