Ilustres en la BNCJM: Dulce María Escalona, en la vanguardia de la pedagogía cubana

22/2/2022
Por: Mabiel Hidalgo Martínez , Biblioteca Nacional José Martí

Aprender a contar y descubrir el universo infinito de los números a través de las lecciones de la doctora Dulce María Escalona fue un privilegio que tuvieron generaciones de niños y niñas con acceso a la educación en la Cuba republicana. Desde finales de la década del treinta, la ilustre pedagoga cubana contribuyó con su metodología al desarrollo de un pensamiento lógico materializado en libros y cuadernos para la enseñanza de la Aritmética en las escuelas primarias, textos que amenizó con poemas de Emilio Ballagas, escritos con singular lenguaje didáctico. 

“El propósito primario ha de ser crear el gusto y el entusiasmo por el aprendizaje de la Aritmética”, aseveraba la doctora en la introducción de uno de sus libros.  Se trata de una materia de difícil comprensión para los alumnos, por cuanto, al decir de la propia Escalona, “la naturaleza de la asignatura requiere el desarrollo de un verdadero sistema de ideas abstractas, en pugna con las características del pensamiento infantil”. 

Las lecciones de Aritmética de la doctora Escalona estuvieron vigentes aun después de 1959, con ejemplares impresos por la Imprenta Nacional de Cuba, bellamente ilustrados, que facilitaban la comprensión de los contenidos por los educandos y la explicación a cargo de los maestros.

Un grupo de estos valiosos textos se encuentra en los fondos generales de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, cual patrimonio documental de la nación, que precisa, con urgencia, de acciones de conservación para su preservación en el tiempo. 

Pedagogía y biblioteca ha sido un binomio de indisoluble relación, una no puede existir sin el complemento de la otra, de ahí que la doctora Escalona se involucrara en la gestión de programas para fomentar dicha conexión. Según la tesis doctoral de Rivera (2008), la apertura de la primera biblioteca juvenil en Cuba estuvo a cargo del Lyceum Lawn Tennis Club, en 1944. Bajo la dirección de Dulce María Escalona fue elaborado un programa de coordinación de actividades entre la biblioteca y las escuelas públicas del Vedado, tanto para el respaldo bibliográfico, como en la proyección de películas educativas (1).  

Las transformaciones en la educación y la cultura en los inicios de la Revolución tuvieron en la doctora Escalona a una de sus principales artífices. Con su vasta experiencia aportó a la elaboración de políticas educacionales, orientaciones metodológicas, a la inauguración de escuelas y a la selección de los docentes, entre otras tareas. Una de sus obras más ingentes en esa etapa resultó la creación de los Institutos Pedagógicos, entre los que destacó el Enrique José Varona, actual Universidad Pedagógica.      

Interesada por el acceso de los estudiantes a la bibliografía, en especial por los obreros que se superaban luego del horario laboral, la doctora Dulce María Escalona inaugura, junto a las doctoras Vicentina Antuña y María Teresa Freyre de Andrade, el servicio nocturno de la Biblioteca Nacional José Martí, el sábado 15 de agosto de 1959. La inauguración coincidió con la celebración del cumpleaños 58 de la doctora Escalona. La Biblioteca abriría sus puertas desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche. 

Dulce María Escalona Almeida nació en Holguín. Su vida siempre estuvo vinculada a la docencia y a la dirección de escuelas. Profesora Titular de Matemática. En 1934 dirigió la Escuela Técnica Industrial de muchachas, perteneciente a la Fundación Rosalía Abreu, y más tarde la Escuela Normal de Maestros de La Habana. En 1972 recibió la categoría de Profesora Emérita de la Universidad de La Habana. 

En la Casa estudiantil de la Universidad Pedagógica Enrique José Varona, conocida como El Castillito, tuvo su última oficina de trabajo la eminente pedagoga, cuya existencia finalizó el 22 de febrero de 1976, legando una obra merecedora de ser investigada por las nuevas generaciones de docentes y estudiantes.  

Foto portada: La doctora Dulce María Escalona (al centro) inaugura el horario nocturno de la Biblioteca Nacional, junto a las doctoras Antuña y Freyre de Andrade, 15 de agosto de 1959. Colección especial de fotografías BNJM.

(1).Zoia Rivera. Bibliotecología cubana: examen histórico de su desarrollo en el período de la república (1902-1958). Tesis (en opción al grado de Doctor en Ciencias de la Información). Universidad de La Habana, 2008, p. 74.