Homenaje. Roger Garaudy y sus conferencias en La Habana

22/8/2022
Por: Mabiel Hidalgo Martínez, Biblioteca Nacional José Martí

Poco tiempo faltó para que el filósofo francés Roger Garaudy celebrara su centenario. Había nacido en Marsella, en 1913 y la muerte le llegó en París, el 13 de junio de 2012. Miembro del Partido Comunista Francés y catedrático de La Sorbona, en 1953 se doctoró en Ciencias Políticas por la Universidad de Moscú y fundó y dirigió el Centro de Estudios e Investigaciones Marxistas. 

A inicios de febrero de 1962 Garaudy visitó La Habana como integrante de un grupo de profesores de universidades europeas que tenían el propósito de impartir conferencias en el contexto de la Reforma Universitaria. La reestructuración de la enseñanza superior cubana constituía una necesidad ante los nuevos cambios implementados por el Gobierno Revolucionario y era importante, en el entramado educativo nacional, la implementación del marxismo, con la intención de acercar la Universidad al pueblo trabajador, en función del desarrollo económico y social de la nación. 

A la asesoría para la enseñanza de la filosofía en Cuba, la elaboración de programas y manuales, así como a la preparación de docentes universitarios, de conjunto con directivos de rango nacional, estaba convocado el pensador galo, junto a otros científicos, principalmente provenientes de las repúblicas socialistas europeas. 

El diario Revolución anunciaba, en una breve nota, la presentación del notable filósofo y escritor francés, en el Salón de Actos de la Biblioteca Nacional José Martí, la tarde del 22 de agosto de 1962: 

El aporte de Roger Garaudy a las letras y las ciencias marxistas, especialmente a través de sus magníficos libros y sus conferencias, es mundialmente conocido. Su personalidad y el tema de la charla que brindará permiten anticipar que la disertación resultará un nuevo éxito.  [1]

Le correspondió al entonces Rector de la Universidad de La Habana, doctor Juan Marinello, líder del proceso de reforma en la Universidad cubana, presentar la disertación de Garaudy. Ambos intelectuales se conocían desde finales de la década de 1940, cuando coincidieron en el Congreso Panamericano de la Paz.

“Moral cristiana y moral comunista” fue la temática de la conferencia del filósofo francés en la BNJM, cuya salutación, dirigida a un público que abarrotó el teatro, tradujo el abogado y periodista cubano Juan Arcocha. 

El político y pensador, desde su postura marxista, con un enfoque metodológico y crítico, abogó por el diálogo con el cristianismo, pues consideraba que compartían valores en común, aprovechables en la construcción del socialismo y se debían exponer, con claridad, los argumentos para quienes no eran marxistas. En relación con este tema, expresó:

Hay que ir con audacia a la ofensiva, a la conquista, sin ningún temor de ir a buscar al adversario en su campo, de aprender a expresar nuestra verdad en un lenguaje comprensible para él y que le conmueva; de atraparle donde quiera que esté y servirnos de sus mejores armas […]. [2]

Contrario a la enseñanza dogmática del marxismo y teniendo en cuenta las realidades históricas y culturales de los pueblos, consideraba cardinal la conexión del marxismo con la herencia cultural anterior de la nación, es decir, con su historia. 

Entre septiembre de 1962 y enero de 1963, Garaudy lideró, en calidad de teórico, el curso “Raúl Cepero Bonilla” que, de manera acelerada, preparó a los profesores que integrarían las cátedras de Filosofía en las universidades cubanas.   

Estudiosos de su obra coinciden en que, luego de sus visitas a La Habana, Garaudy se convierte en uno de los primeros intelectuales críticos de los errores filosóficos de Stalin y sus consecuencias, principalmente en lo concerniente al dogmatismo y al culto de la personalidad. 

El 14 de junio de 1962, en una asamblea de filósofos comunistas presidida por Maurice Thorez, político francés y secretario general del Partido Comunista de esa nación, Garaudy `presentó un informe sobre las tareas de los filósofos comunistas y la crítica de los errores filosóficos de Stalin.  

Personalidad polémica la del filósofo francés, en la década del setenta fue expulsado del Partido Comunista, más tarde se inició en la religión del islam y desarrolló una carrera política en su país natal. Dejó una vasta obra en la que destacan títulos publicados por editoriales cubanas como Las tareas de los filósofos comunistas (1962), Metodología del Marxismo (Ediciones ISE, 1963), Dios ha muerto; un estudio sobre Hegel (Ediciones Revolucionarias, 1966) y otros títulos anteriores como La libertad (1955), Introducción a la obra de Antonio Gramsci (1957) y Perspectivas del hombre (1959). 

[1] Periódico Revolución, Año V, No. 2039, Segunda edición, 22 de agosto de 1962, p. 4.