Ilustres en la Biblioteca Nacional. Samuel Feijóo, “uno de los más altos líricos cubanos de todos los tiempos

13/5/2023
Por: Mabiel Hidalgo Martínez, Biblioteca Nacional José Martí

Las puertas de la Biblioteca Nacional José Martí siempre estuvieron abiertas para Samuel Feijóo. En sus visitas a La Habana, el templo de los libros cubanos fue un lugar seguro para el poeta, narrador, pintor, editor y folklorista, donde solía encontrarse con sus amigos y llevar a buen puerto sus geniales y compulsivos proyectos.    

Cleva Solís, Cintio Vitier, Fina García Marruz y Argeliers León, son nombres que sobresalen en la lista de los afectos de Feijóo, a quienes solía visitar en la Biblioteca Nacional, en especial, a Cleva, la poeta-bibliotecaria y fiel amiga. 

En el homenaje por los setenta años de vida de Samuel Feijóo Rodríguez, las palabras pronunciadas por Cintio Vitier resumen la relación del intelectual con la Biblioteca y aquilatan en justa medida la valía del escritor:

Mucho ha leído, escrito, investigado, trabajado, reído y hecho reír Samuel Feijóo en esta Biblioteca Nacional José Martí, durante años y años. Mucho se le conoce y se le quiere en esta casa, donde siempre está como en familia. Por ello es natural que aquí, en este sitio presidido por el vitral de Minerva, rodeado de sus signos que amamos y de los trabajadores que laboran para él como él labora y crea para ellos, se le rinda este sencillo homenaje de reconocimiento y cariño. (…) Mírenlo bien, mirémoslo bien, aunque él no quiera y se ponga todos los disfraces imaginables. Sí, uno de los más altos líricos cubanos de todos los tiempos.(1)  

De la especial relación con sus amigos de la BNJM, surge la colaboración de Feijóo con la obra Flor oculta de poesía cubana (Siglos XVIII y XIX), de la autoría de Cintio Vitier y Fina García Marruz, publicada en 1978. A la selección de poesías le acompañan las viñetas del autor del clásico Juan Quinquín en Pueblo Mocho.   

La mística, la naturaleza, el folklore campesino inundaron la obra del intelectual de formación autodidacta. Paisajes, vocablos o frases del habla popular cubano se funden, con genial sutileza, en los textos de Feijóo. Desde muy joven condujo su destino por el camino de las letras, en el que también le acompañaron sus acuarelas, con los colores del Caribe insular, otra forma de `sacarme los jardines que me crecen adentro`, como dijera en una entrevista. 

El proceso creativo era para el narrador-dibujante una fiesta de los sentidos, un viaje bien pensado, desde las entrañas de la tierra hacia los verdes bosques que habitaban su alma. Así lo hizo saber en La alcancía del artesano, título publicado en 1958, por la Universidad Central de Las Villas:

Gusto de comenzar mis libros con trazo lento de respiración suave, como natural entrada a paseo o aventura por los llanos que tienen brisa y centelleos benignos. Después: trepo al libro el tope que él me da siempre como visión fácil, cuando ya he andado lento el suave llano.(2)   

`Más que en poemas aislados, el poeta pensaba en conjuntos, y amasaba textos más o menos breves con profusión, identidad e intensidad creativas`, escribió el estudioso de su obra, el ensayista Virgilio López Lemus, en el prólogo de El pensador Silvestre (Letras Cubanas, 2007), en cuya selección de poesía destacó que `Samuel Feijóo no dejaba nada inédito`.

El Sol

puede alumbrar, 

puede matar. Haz

de tu sangre

un

Sol en sueños.

Cuando los sueños

Se apagan, el

Sol muere.

Pero muere como un Sol.(3)  

En los espacios que durante la década del sesenta propició la Biblioteca Nacional para el rescate de nuestros orígenes culturales en las diversas manifestaciones del arte, encontró Feijóo el lugar ideal para socializar su obra y sumergirse en el debate contemporáneo de tales temáticas. 

Entre 1960 y 1962, la fotografía, aliada comunicacional de esos tiempos, muestra al `sensible Zarapico` -como el mismo Feijóo se autotitula en su biografía- impartiendo conferencias y exponiendo su obra pictórica en la institución. De ese modo, el 25 de marzo de 1960, el doctor Argeliers León presenta su conferencia sobre música folklórica campesina, y al año siguiente expone Feijóo sus dibujos y grabados.

En el verano de 1962, la Biblioteca Nacional le da nuevamente la bienvenida y un público reunido en el Salón de Actos escucha su charla `Narraciones de Guamuhaya`. Años más tarde continúan sus disertaciones, unas veces sobre su obra más reciente, y otras, como en 1970, para analizar la de autores cubanos como Nicolás Guillén.  

Para quien no poseía una formación académica, la fundación y dirección de las revistas Islas y Signos, evidencian el talento y la audacia del cubano humilde que vino al mundo el 14 de abril de 1914, en San Juan de los Yeras, antigua provincia de Las Villas y murió en La Habana, el 14 de julio de 1992.

Su trabajo como editor, corrector, diseñador, compilador y fotógrafo, así como su capacidad de aunar en torno a dichas publicaciones a renombradas figuras de las letras en la mayor de las Antillas, resulta suficiente para merecer reconocimiento y respeto, amén de su amplia producción en la literatura y las artes visuales.

Entre las distinciones recibidas destacan la Orden Félix Varela y la Distinción por la Cultura Nacional, así como las Medallas Alejo Carpentier, Félix Elmuza y Raúl Gómez García.

Amante del tango, apasionado del boxeo, del cine y de Charles Chaplin.  Finalizo estas líneas con las palabras del poeta e investigador Virgilio López Lemus, el más prolijo estudioso de la obra feijoociana, `(…) dígase que su obra es oro, y si nosotros no lo encontramos, sigue siendo oro: el oro de las letras.(4) 

Foto 1. Conferencia de Samuel Feijóo `Narraciones de Guamuhaya`, Salón de Actos, 3 de julio de 1962. Foto Cooperativa Fotográfica. Colección especial de fotografías BNJM.

(1)   Cintio Vitier. `Palabras en el homenaje de la Biblioteca Nacional José Martí a Samuel Feijóo por sus setenta años`. Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, Núm. 2, mayo-agosto de 1984, p.p. 188, 191. 

(2) Samuel Feijóo. La alcancía del artesano. Departamento de Relaciones Culturales, Universidad Central de Las Villas, 1958, p. 5. 

(3)   `El Sol`. Samuel Feijóo. En: El pensador silvestre. Selección y prólogo de Virgilio López Lemus. Editorial Letras Cubana: La Habana, 2007, p. 73

(4) Virgilio López Lemus: El pensador Silvestre. Samuel Feijóo. Selección y prólogo de Virgilio López Lemus. Ed. Letras Cubana, La Habana, 2007, p. 10.